Para el evento, celebrado en el Pardo, Letizia ha decidido revivir un look muy parecido al que vistió en su pedida de mano del 6 de noviembre de 2003.
Algunos apuntan a que se trata una estrategia para eludir, una vez más, los rumores de divorcio. Cabe recordar que hace unas semanas, una revista alemana aseguró que la separación era "inminente". Días más tarde, los Reyes recibían al Presidente de México cogidos de la mano y con gesto cómplice.
Para la pedida, Letizia optó por unos zapatos de salón negros. Esta vez, sin embargo, la Reina ha querido apostar por un toque distinto, combinando el blanco del traje con unos zapatos de color marrón.
El estilismo de su presentación como prometido consistía en un traje de chaqueta blanco de Giorgio Armani, compuesto de un pantalón palazzo y una americana de botones.