Viviana Fernández, de Lolita Blu, una madre preocupada, una escritora que triunfa poniendo tacones a las vips
Lolitablu, la marca que calza a las celebrities
-¿Cómo nace Lolitablu?
Es un proyecto que comparto con mi hermana. Nunca imaginé llegar tan lejos. Una de las cosas que más critico de España es que se promociona muy poco el emprendimiento. Al final siempre emprenden los hijos de empresarios. En mi caso, mis padres tienen tiendas físicas en Galicia y venden zapatos multimarcas. De ahí surgió la idea: fabricar zapatos en España, ya que aquí tenemos las mejores fábricas en cuanto a calidad precio. Hace siete años la gente se preguntaba “¿y quién va a comprar zapatos por internet?”, algo que hoy en día no se le ocurriría preguntar a nadie, pero es verdad que el auge del comercio electrónico es bastante reciente. Por ejemplo, Lolitablu tuvo página web antes que Zara.
-¿Fue un camino de rosas?
No lo fue, aunque yo tenía bastantes ventajas: primero, una infraestructura familia que me podía echar un cable y, además, había trabajado en una empresa en la que aprendí que Internet tenía una importancia brutal. Llegar al correo electrónico de la gente es muy importante y con pequeñas inversiones se pueden hacer grandes cosas. Arriesgué poco y tenía la confianza de que había mucho por hacer.
-¿Qué diferencia tu marca de otras?
Tenemos un zapato muy coqueto. Nuestro stiletto estrella lo tenemos en casi cincuenta colores y todos los tamaños. En definitiva, tenemos una variedad brutal. Al principio no éramos así, pero vamos aprendiendo de nuestras clientas y de las compras. Ellas repiten, con lo cual no es solo un zapato bonito sino también de calidad.
-¿Por qué no apostar por zapatos para hombre?
Porque es un mercado completamente distinto. Al igual que el de los niños. Los hombres no tienen los mismos hábitos de compra que las mujeres.
-Cuentas con el apoyo de muchas famosas
Sí, la primera fue Malena Costa. Fue una gran sorpresa y gracias a ella han venido un montón más: Eugenia Silva, Dulcinea, la Reina Letizia, Olivia Palermo, Nuria Marín, Lara Álvarez, Cristina Rodríguez... ¡Aunque falta Paula Echevarría! Estoy deseando que me saque en su blog.
Además de todas ellas, es una gozada poder trabajar con Mayte Méndez de Vigo, que es estilista en Mediaset España. Es muy profesional y agradable en el trato.
-¿Qué zapato se vende más?
Empezamos vendiendo mucho el zapato de 10,5 cm, pero ahora vendemos casi en la misma cantidad los de 7,5. Personalmente, voy muy cómoda con zapatos altos, pero no siempre los llevo.
La historia neuroatípica de Otto
-No solo tienes tu propia marca de zapatos, además también eres escritora...
Fue mi primer gran sueño, aunque al principio me parecía irrealizable. Comencé a publicar mis primeros relatos con una editorial pequeñita y llegué a pensar que vivir de esto sería imposible. Ahora tengo la suerte de que una gran editorial ha apostado por mí y he dado el salto a la primera línea con ‘Te dibujaré una armadura’.
Muchas veces he pensado en tirar la toalla. Era una frustración escribir y no encontrar una editorial. Sin embargo, tenía una última historia que contar bastante potente y una verdad que tenía que salir.
-¿Qué cuentas en este nuevo libro?
La historia de mi hijo. Es un libro autobiográfico, optimista y poético. Otto es diagnosticado con el Síndrome del Espectro Autista. Escribir este libro para mí ha sido como salir en pelotas por la Gran Vía: me mojo porque no escribo pensando qué pensará de mí el lector, solo si es un buen libro o no. Quiero marcar la diferencia.
-Vamos, que sales del armario con esta historia
Todos, o casi todos, tenemos un armario del que salir. El mío era este: contar que mi hijo ha sido diagnosticado muy tarde y que durante mucho tiempo vivíamos con la esperanza de que no le ocurriera nada grave. Es un tema doloroso y nuevo. Así que, me decidí y escribí el libro e hice pública mi historia y la de mi hijo.
-¿No tienes miedo a que critiquen la exposición de tu hijo con el libro?
Lo he escrito con mucho cuidado de proteger su intimidad. Lo que cuento no es ningún secreto. Es bastante obvio que a mi hijo le pasa algo y prefiero que se sepa lo que es a que se trate como un tema misterioso.