Deseamos que llegue el verano como agua de mayo. Los días se alargan, llega el momento de tomar algo después del trabajo en una terraza, salen a escena vestidos fluidos y pantalones cortos y los fines de semana se llenan de planes de lo más apetecible. Pero el verano también tiene su cara b, y esta llega cuando nos toca trabajar en verano o, en este caso, volver a ello después de haber pasado meses trabajando desde casa, a medio vestir o ni siquiera eso, habiendo hecho del chándal o el pijama nuestro uniforme principal para teletrabajar.
Los días en la toalla a pie de playa y piscina se convierte en nuestra motivación diaria, son, de hecho, más bien un consuelo, porque ir a la oficina en verano es una de las experiencias más traumáticas de la temporada estival. Y no solo por lo obvio de tener que trabajar cuando niños, adolescentes y jóvenes ya están disfrutando del día a día sin presión y ves que muchos de tus compañeros empiezan a poner rumbo a destinos paradisíacos mucho antes que tú, porque a ti te queda, con suerte, todavía un mes para disfrutar de tu semana de vacaciones (eso, si el verano 2020 no lo tienes planeado pasar en la ciudad y trabajando). Vestirse para ir a trabajar en verano puede ser un auténtico infierno.
La mayor parte de lo que concebimos como looks de oficina, de mujer específicamente, cuando se nos vienen a la mente, nos generan de por sí ya un calor horroroso y una sensación de incomodidad inigualable mucho antes de probárnoslos. Y es que, estos combos suelen pasar por pantalones de traje con camisas masculinas, faldas de tubo, trajes completos de chaqueta, chinos, americanas, etc. En definitiva, prendas no muy ligeras y demasiado rectas y opacas. Pero hay vida mucho más allá del look de perfecta 'working girl' sobrio.
Pero de nuevo, Instagram se convierte en nuestra tabla de salvación y las que más saben de moda de la red social nos inspiran para ser la perfecta 'working girl' pero sin morir en el intento. Guarda el traje de chaqueta por muy de verano que sea y cambia el concepto de uniforme de trabajo con estas claves.
Si hay un color para el verano 2020, o bueno, para el verano en general, ese es el blanco. Ya solo por el hecho de llevar algo de ese tono el estilismo parece mucho más fresco y ligero, y si es el look al completo mucho mejor. Además, con su look completamente blanco, Olivia nos desvela los básicos de oficina: un 'culotte' y una camisa. Por su parte la clave para llevar un 'total white' es clara, hacerlo dando color con los accesorios que serán los protagonistas del outfit.
Este verano 2020 se llevan los conjuntos de bermuda más blazer a juego. De hecho, es el traje de chaqueta para el verano. Al no ser pantalones cortos como los shorts vaqueros sino que son tipo bermuda e ir coordinadas con una americana, el estilismo toma sobriedad y parece hecho por y para ir al trabajo en verano. Se suele sumar a una camiseta blanca básica pero se da un extra de sofisticación con los accesorios. Elige unas sandalias finas de tacón o unos salones y un bolso elegante y listo.
He aquí el perfecto look 'afterwork'. Si no sabes qué ponerte un jueves o un viernes, esta es la apuesta perfecta. No es nada compleja y es a base de básicos, pero es que el pantalón palazzo tiene todo el poder necesario para dar sofisticación al estilismo. Eso, sin dejar de ser cómodo, por lo que te permitirá lucir tu look de oficina de la mañana a la noche, ya que tampoco es excesivamente formal. Termina con buenos accesorios entre joyas, un bolso mediano y un zapatón de tacón o mule.
Por su parte, tampoco son necesarias crear fórmulas que cuenten con un carácter algo más sobrio y elegante, y es que lo bueno del verano es que se permiten más licencias y además, reconozcámoslo, contamos en el armario con prendas mucho más apetecibles, que se adaptan a cualquier situación. En concreto, hablamos de los vestidos largos y midi. Estos suelen ser fluidos y románticos y con estampados delicados, así que, ¿por qué no poner con ellos una nota de color a los días de calor y oficina?
Si tienes una reunión o un evento especial en el trabajo en el que vas a tener que apostar sí o sí por el uniforme de trabajo más o menos, el secreto está en hacerlo eligiendo tejidos finos y fluidos. Por ejemplo, un clásico uniforme de oficina es la camisa y el pantalón de traje, como propone Emelie, pues podemos apostar por ellos aunque, en su versión larga, de forma más fina y fluida, sin que se ciñan al cuerpo para dejar que el aire transpire. Da ligereza al look también con los accesorios, apostando por unas sandalias y con los colores, que siempre apostaremos por tonos claros.