Al fin empieza a notarse cómo aumenta la responsabilidad en nuestros hábitos de vida y consumo hacia el medio ambiente. Es visible cómo ha aumentado nuestra conciencia sobre la importancia de actos cotidianos como son reciclar y utilizar, acompañados de una voluntad de ejercer un consumo responsable que nos lleva a reducir la compra de productos envasados o fabricados con plástico. Pero para ejercer un consumo que sea realmente sostenible y respetuoso con nuestro planeta importa, y mucho, qué tipo de ropa compramos y cuánta. Por eso la sostenibilidad está cada vez más presente en la moda y seguramente es la gran tendencia a seguir. Una tendencia que no debe hacer otra cosa sino que crecer y crecer, porque estamos hablando de una de las industrias que más perjudica a nuestro entorno.
Solo en nuestro país se calcula que el número de empresas que se dedican a la moda sostenible se aproxima a los 1.500. Sin duda es una buena cifra, reflejo de una realidad que se hace cada vez más palpable, sobre todo si pensamos que hace 10 años este tipo de ropa era casi imposible de encontrar. Con todo, no hay que olvidar que estamos hablando, por lo general, de pequeñas empresas que parten de iniciativas personales y no suelen tener la suficiente visibilidad. Por eso, para que el avance en esta dirección sea claro y efectivo, es fundamental que se sumen al cambio las grandes marcas. Y no estamos hablando de un proyecto a largo plazo, sino de decisiones y medidas que han de tomarse cuanto antes, porque el futuro de la moda no puede permitirse no ser sostenible.
Pero, aunque es cierto que los fabricantes tienen una gran responsabilidad en este tema, no podemos dejarles a ellos todo el peso. Si no tomamos una posición activa como consumidores, por mucho que las grandes empresas tomen medidas que favorezcan la sostenibilidad no se producirán cambios realmente apreciables.Por eso debemos plantearnos qué cosas podemos hacer, cómo evaluar, antes de comprar una prenda, si de verdad la necesitamos o si no va a tener más de dos puestas. Si la respuesta es esta última, sin duda es mejor que no te la lleves a casa.
Y cuando compres porque sí lo necesitas, anímate a descubrir la ropa que está hecha de un modo sostenible. Lo sabrás, entre otras cosas, porque cuentan con la certificación de ser ecológicas, de haberse fabricado con materiales reciclados o de garantizar el comercio justo. Para ayudarte a dar este paso, hemos seleccionado para ti estas marcas que trabajan de manera ética y sostenible, y que pueden ayudarte a cambiar tu forma de vivir la moda.
Esta marca es la demostración de que podemos adquirir prendas actuales y a precios razonables, producidas bajo la premisa de sostenibilidad y responsabilidad medioambiental. Sus colecciones están elaboradas con materiales naturales y regenerados como son el bambú, tencel y econyl. Las prendas las confeccionan costureras en pequeñas comunidades y siempre con prácticas de comercio justo. Los tintes empleados son naturales y la serigrafía se hace a mano con tintas a base de agua. Todos los envases son 100% reciclados, reciclables y reutilizables. Y para muestra, las etiquetas, de las que crecerán flores si las plantas.
Con una producción 100% made in Spain, trabajan solo con tejidos que han obtenido el certificado OEKO TEX STANDARD 100. Este certificado garantiza el uso responsable de productos químicos en la fabricación de los tejidos que utilizan. Más de la mitad de ellos provienen del nylon reciclado, un material que se fabrica con los restos del plástico de botellas o redes de pescar que se extraen del Mar Mediterráneo. Con esta iniciativa dan una segunda vida al plástico y ayudan a la limpieza del mar. La intención de la marca es, poco a poco, acabar produciendo todas sus colecciones con este tejido.
Nace en 2010 en Barcelona con la intención de crear una marca que ofrezca una moda femenina, sexy y trendy, pero a su vez ecológica. Trabajan con tejidos naturales y ecológicos como el bambú, el algodón orgánico, el lino, el tencel o el tejido de leche; y materiales reciclados como el poliéster, tratado de la manera más ética. En cuanto a la fabricación, todas las piezas se elaboran en pequeños talleres locales.
La propia Andrea Martínez, creadora de la marca, define el estilo de su ropa como fresco, pop & girly, a la vez que está comprometido con otro tipo de consumo. Sus colecciones son de edición limitada. Se trata de pequeñas colecciones de edición limitada que se diseñan y producen en pequeños talleres de Barcelona. También confecciona prendas bajo petición para favorecer un sistema de producción sostenible que no propicie la acumulación innecesaria de stocks.
Los fundadores de esta marca de calzado vegano y sostenible tienen más de dos década de experiencia en el sector. Su objetivo al crear Natural World era hacer llegar al consumidor un zapato que fuera 100% ecológico que hubiera seguido un proceso de producción completamente respetuoso con el medio ambiente, incluyendo el empaquetado final. Utilizan algodón orgánico y caucho natural para la fabricación del calzado y cuentan con colecciones para mujer, hombre y niño.