Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU. e icono de moda: así es su estilo sofisticado
Su manera de vestir refleja el estilo de una mujer trabajadora con un sentido práctico de la moda
Se ha convertido en un icono de moda por muchas más razones y la primera es porque no pretende serlo
Hablamos de su estilo porque admiramos su inteligencia y celebramos los necesarios golpes que ha dado sobre el estrado durante el mandato de Tump. De los estilismos de Nancy Pelosi pasarán a la historia un abrigo rojo de Max Mara y el vestido negro del ‘impeacment’, pero se ha convertido en un icono de moda por muchas más razones. La primera, porque no pretende serlo y la segunda, porque ha encontrado un estilo personal que puede o no gustar, pero es el suyo y ha conseguido que sea fácilmente identificable.
Su apuesta por los colores sólidos y brillantes, los patrones bien cortados, los trajes sastre clásicos, las joyas justas, los zapatos de salón, el look monocromático y las mascarillas a juego con su ropa, definen el estilo de una mujer a la que no le gusta hablar de su ropa y parece haber llegado a un pacto con los medios, porque apenas se habla de su armario.
Su manera de vestir refleja el estilo de una mujer trabajadora con un sentido práctico de la moda. Sabe lo que le sienta bien, lo que le resulta cómodo y lo que encaja en su perfil profesional, así que no duda en repetir patrones y colores. Una decisión que, sin duda, le facilita la vida a la hora de dar respuesta al “qué me pongo” de cada día.
Una de las señas de identidad de Nancy Pelosi es el look monocromático o, a lo sumo, integrado por un par de colores en cada estilismo. Una de sus piezas favoritas son los vestidos de patrón básico, largo a la rodilla y manga francesa, al codo o corta, prenda que suele combinar con el calzado e incluso con el bolso y las joyas. Suele usar colores neutros como el blanco y el negro o sólidos y vibrantes como rojo, amarillo, azul o naranja. Piezas clásicas a las que dan vida accesorios como los broches, los pañuelos y los collares.
Otro de sus imprescindibles son los trajes sastre, para los que siempre apuesta por el mismo patrón de pantalón: ni demasiado ceñido, ni excesivamente holgado. Una opción clásica que favorece a su figura, especialmente porque siempre los usa con zapatos de tacón tipo salón. No se complica en exceso y recurre siempre al mismo estilo de blusa: en color liso y de escote redondo.
Cualquier mujer que disponga del tiempo justo para vestirse sabe que lo más sencillo es recurrir al sastre completo y es una de sus debilidades, pero también hemos visto que sabe sacar partido a su armario desparejando los conjuntos y combinando la chaqueta y el pantalón por separado.
Sus broches y collares se han convertido en grandes aliados a la hora de completar sus estilismos, son los accesorios que repite de manera recurrente y que ya se han convertido en dos de sus clásicos. Entre sus broches, el más famoso es una réplica en miniatura de la maza de la Cámara de Representantes y que utilizó en el primer ‘impeachment’ a Donald Trump.
En cuanto a los collares, no sorprende su debilidad por las perlas, pero si por las gargantillas de bolas que suele escoger a juego con sus estilismos. En lo que no arriesga es en los pendientes, que suele elegir pegados al lóbulo de la oreja y de diseño clásico.
El pañuelo de seda es otro de sus complementos más recurrentes y suele elegir piezas que añadan color a su look y luz al rostro. Este accesorio ha pasado a un segundo plano en sus estilismos desde que la mascarilla ha pasado a ser una de las piezas más importantes de sus estilismos.
Abanderada del uso de las mascarillas, ha hecho de ellas otro de sus símbolos y las ha convertido en otro accesorio más de su indumentaria. No solo tiene una enorme colección, que indica su preocupación por cambiarlas tras cada uso, sino que se ocupa de combinarlas con su ropa para darles aún mayor protagonismo en cada una de sus apariciones públicas.