Juan Betancourt (@juanbetancourtt) es conocido en el mundo de la moda por ser la imagen del maquillaje de Tom Ford. Este cubano de mirada intensa ha trabajado por todo el mundo, siempre lejos de su familia pero con otros “parientes” de los que se ha acabado haciendo íntimo: el resto de modelos. Juan conoció a Emilio Flores y Pedro Smith (@ninjusss) en París, cuando buscaba piso para alojarse en su primer trabajo internacional. Desde ese momento se hicieron íntimos y hoy son los #newyorkrats.
El compañerismo entre modelos (sobre todo masculinos) es algo habitual y es que entre desfile y desfile se pasan muchas horas muertas haciendo piña y divirténdose como pueden. De ese modo nació este blog, como una forma “donde poder comunicarnos mejor, compartir con vosotros nuestras experiencias y a su vez generar una forma de interacción diferente, mucho más cercana”.
Ellos son los creadores pero en NewYorkRats escribe mucha más gente. El espacio está abierto a sus otros compañeros (como Xavier Serrano, que está triunfando en Milán), fotógrafos, estilistas, diseñadores o trabajadores del mundo de la moda. Al final es una bitócora colectiva para conocer mejor su trabajo, que sigue estando mucho peor retribuído que el de sus semejantes femeninas.
Pero, ¿por qué son ratas? Todo empezó como una bora, cuando no eran capaces de encontrar alojamiento en Nueva York y se dijeron “¡parecemos ratas!” y compartieron este hashtag. Otros compañeros de profesión y fans siguieron el juego y hoy son reconocidos como tal entre los medios especializados.
Pero, ¿por qué parecen ratas? Si os leéis el blog de arriba abajo lo entenderéis perfectamente. Los chicos nos hablan sobre las agencias que tratan de aprovecharse de los más jóvenes, de los agentes o bookers con mal carácter, los castings masivos donde hay hasta empujones para entrar, el duro entrenamiento en el gimnasio, las sesiones maratonianas delante de los focos y los objetivos de los fotógrafos, los problemas más habituales que tienen en los aeropuertos, los requisitos insólitos de algunos diseñadores, la soledad de los hoteles, la falta de sueño…
Pero no todo son quejas. De hecho Juan, Emilio y Pedro adoran su trabajo y saben que son unos privilegiados por viajar por todo el mundo, conocer a gente interesante y vivir de su imagen.
Lo mejor son las anécdotas curiosas que cuentan. Juan, por ejemplo, cuenta que para la campaña con Tom Ford posó a la vez para cuatro fotógrafos y cada uno de ellos tenía un punto de vista diferente así que tenía que estar todo el rato adaptándose (“una locura”). Además, se montó una cascada de agua dentro del estudio y tenía que posar dentro de ella, manteniendo los ojos abiertos mientras el “chorrazo” caía sobre su cabeza. Parece fácil pero mejor no lo intentéis en casa.
Pedro también se las vió y se las deseó con un tanque lleno de agua, vestido con un traje de ejecutivo y con un maquillaje especial que contrastaba con las distorsiones de color del agua. “Tuve que sumergirme cuarenta mil veces, durante varias horas. ¡Imaginad el cansancio!”.
Emilio Flores (@emilioflores), que es habitual en los desfiles de Giorgio Armani, comenta cómo fueron sus inicios. Él trabajaba por las mañanas ayudando a su padre como camarero en el negocio familiar y el resto del tiempo sólo pensaba en su pasión: el fútbol. No podía ni imaginar que iba a fichar por una agencia de modelos y que en apenas una semana estaría posando para Paola Kudacki -una de las mejores fotógrafas de moda- en el Caribe para salir en el siguiente número de la revista de moda ‘Hércules’, una de las más importantes del sector. Una experiencia increíble que le enseñó una gran lección: “Puedes tener todo lo que desees, pero si no compartes la felicidad es totalmente irreal”.
Y de eso trata NewYorkRats, de compartir una vida de glamour y magia y también contar la cara menos amable de la moda y servir de guía a los jóvenes modelos para que no cometan los mismo errores que ellos. Un blog para poner en favoritos y disfrutar con sus anécdotas… y también con sus fotos.