Esta es la historia del osito joya: nació hace cien años y lleva muchos siendo la mascota de las famosas
Oso, la historia de un icono, se estrena el 25 de septiembre en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián
Cien años no es solo una cifra redonda que hay que celebrar, es una larga historia que debe ser contada. La de Tous es un relato que empieza en 1920 con dos grandes protagonistas en su consolidación como firma emblemática de joyas, un oso y una familia. Su historia es la de un icono, el oso, y será contada el 25 de septiembre en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
Los principios de esta icónica firma de joyería y complementos se sitúan en Manresa, en el taller de relojería de Salvador Tous Valvi. El primer relevo generacional pone el negocio en manos de su hijo Salvador Tous Ponsa y de su esposa Rosa Oriol Porta, quienes deciden dar un cambio al negocio con piezas de joyería de creación propia.
La marca fue consolidándose como referente, primero en Cataluña y unos años más tarde a nivel internacional. Poco a poco, el negocio de joyas se diversifica y se extiende a bolsos, gafas, perfumes, textil y hogar, mientras de manera paulatina se incorporan al negocio Rosa, Alba, Laura y Marta Tous hasta que en 2008 se produce el tercer relevo generacional.
Fue el nacimiento del oso TOUS el que marcó el punto de inflexión en la firma y así ha contado Marta Tous cómo nació el que se considera el símbolo de la marca: “A nuestra madre, creativa e inquieta, le gusta mucho viajar y en una feria en Milán vio en un escaparate de juguetes un oso de peluche y pensó que a quién no le gusta tener algo para abrazarse por la noche, tener un osito de peluche. Entonces pensó ¿cómo puedo hacer que este sentimiento se pueda transmitir a través de una joya? Por eso nació el osito, para que la gente pudiera llevarlo transmitiendo ese sentimiento. Mi madre se puso a trabajar con el maestro joyero para alcanzar algo muy sencillo, muy simple, con líneas muy fáciles, porque los primeros osos se cortaban a partir de planchas de oro, uno a uno. Y aunque el simpático animal llegó en una colección en la que también había niños, estrellas, corazones, flores y hasta un elefante, el oso adquirió un éxito inmediato y vino para quedarse.”
El modelo inicial, el llamado Sweet Dolls, se sigue fabricando en oro, pero se han sumado otros materiales: plata negra, plata vermeil rosa, con diamantes, con zafiros, con cristal de murano y con piedras naturales. Además, el diseño inicial en 2D ha evolucionado y en la actualidad tiene versiones en 3D, las llamadas Costura y Sketx, y un modelo hueco, el llamado Hold.
Es indudable que el oso es la imagen más visible de esta firma de joyas accesible y aunque desde Tous afirman que sólo se utiliza en el 50% de las colecciones (se hacen 30 colecciones al año), saben que es un emblema, un icono que ha hecho una marca y que, como todos los iconos, tiene su legión de partidarios y detractores.
Lo cierto es que el oso TOUS ha enamorado y sigue fascinando a mujeres de todo el mundo que lo asocian a conceptos como estatus, diseño, moda, calidad y buen gusto. En esta labor de expansión han tenido mucho que ver la relaciones públicas Conchita Vilella, responsable de comunicación de la firma, que apostó fuerte por Eugenia Martínez de Irujo como imagen de sus joyas y colaboradora en el diseño de algunas colecciones: Folklore, Pasito a Pasito, Iluminada y Leyendas, entre otras.
A la hija de la duquesa de Alba le deben su entrada por la puerta grande a la élite de Madrid y a otras caras conocidas como Kylie Minogue, Jaydy Michel, Jennifer López, Gwyneth Paltrow y Emma Roberts, su expansión a nivel internacional.
En España, contar con referentes nacionales como Tamara Falcó, las actrices Blanca Suárez y Paula Echevarría, influencers como Dulceida, Laura Escanes o Gala González ha acercado a esta legendaria firma a las nuevas generaciones.
Los éxitos de la marca (748 tiendas en 56 países) son fruto de mucho trabajo para conseguir abarcar a una potencial clientela amplísima, tanto de edad adulta como infantil, así como de su capacidad para despertar la ilusión en todos los momentos especiales del año: el día de la madre, el día del padre, Navidad o San Valentín.