Si se analiza la imagen al detalle, Paula tiene razón: la riñonera es de terciopelo. La de piel, según la página web de la firma, asciende a los 850 euros. Pero la de Echevarría, por mucho terciopelo que lleve, tampoco se queda atrás. Aunque en un color más oscuro, el modelo de Paula cuesta 790 euros, 60 menos que el de cuero de la misma colección.
La riñonera, aunque nunca haya estado bien vista por la moda, ahora es tendencia. Kendall Jenner fue una de las primeras en demostrar que este accesorio puede lucirse con estilo. Y ahora es Paula la que lo corrobora. La actriz ha combinado su nuevo accesorio estrella con una blazer blanca, una blusa negra de lunares, una falda de cuero con corte tulipán y… ¡unos botines diseñados por la mismísima Katy Perry!