Las plantas hacen que un hogar se llena de vida y nos ayudan a conectarnos con la naturaleza, pero no todas son aptas para estar en interior. Por eso te queremos recomendar cuáles son las mejores plantas para tu casa, sobre todo si eres principiante o no se te da muy bien mantenerlas con vida. Hay algunas que son tan resistentes y tan fáciles de cuidar que ya no hay excusas para que te rodees de la calma y del optimismo que te ofrecen.

Son bonitas, de diferentes tipos y muy agradecidas.Acumulan el agua en sus hojas y a veces también en el tallo. Cuanta más agua, más carnosas se vuelven y más esplendorosas están. Algunas especies tienen en la superficie de la hoja unos finos pelitos para capturar las gotas de rocío, que las hace ser muy suaves al tacto. Sabrás que hay que regarlas si al introducir el dedo en la tierra notas que está seca. Por lo general tienen un tamaño pequeño que las hace ideales para las casas en las que no hay mucho espacio.

Aparca cualquier prejuicio que tengas ante los cactus porque, aunque tengan pinchos, son realmente bonitas y, sobre todo, muy resistentes. Al igual que las crasas, acumulan agua en su interior, en concreto en el tronco y quieren protegerse del ataque de animales hervíboros convirtiendo sus hojas en espinas. En invierno necesitan poco riego y en primavera puedes tenerlas hasta dos semanas sin agua. Eso sí, con la llegada del verano y la altas temperaturas no esperes más de una semana para regarlos.

Esta preciosa planta de fáciles cuidados necesita sentir la luz, aunque no el sol de manera directa. Son ideales para el interior y también para el exterior. Solo necesitan que las riegues una vez a la semana, y has de tener cuidado para que la tierra no se encharque. Si notas que las hojas están carnosas, es porque no necesitan más agua. Hay que tener la precaución de no exponerlas a las corrientes de aire, porque no las soportan nada bien.

Con su forma de arbolito y hojas puntiagudas, el ficus es perfecto para ponerlo junto a puertas y ventanales. Es ideal para tenerla en interior porque mejora la calidad del aire de la casa. Hay variedades de ficus que no llegan al metro, pero otras pueden alcanzar hasta los 3. Hay que regarlo dos veces por semana en verano y una vez por semana en invierno. Procura no pasarte con la cantidad de agua y vaporiza sus hojas en verano.

La conoces por sus propiedades curativas, como el tratamiento de quemaduras, eccemas o rojeces causadas por el sol, y puedes tenerla en tu propia casa sin tener que preocuparte apenas por sus cuidados. Eso sí, asegúrate de tenerla en una maceta amplia para que quepan bien sus grandes raíces. Comprueba que tiene siempre la tierra húmeda pero no la encharques, porque lleva peor el exceso de agua que la falta de ella. Puedes sacarla al sol, pero no la tengas demasiada horas expuesta.

Es una preciosa planta tropical que destaca por sus hojas exuberantes y agujereadas. Le viene bien la luz pero no el sol directo, y necesitará un tutor para que las hojas puedan crecer. Al tratarse de una planta tropical, acostumbrada a la lluvia, le viene bien que vaporices sus hojas de vez en cuando. Con ella puedes tener un trozo de selva en tu casa y llenarán de naturaleza tu salón. Tienes que tener precaución si tienes mascotas, porque sus hojas son tóxicas para los animales.

Esta planta tiene unas hojas de color verde azulado que la convierten en un elemento decorativo muy especial para tu casa. Además, se enrollan por la noche dejando ver el color violeta que esconden en el envés. No llevan bien las temperaturas menores de 15º y agradecen la humedad y la luz directa. Hay que regarla una vez por semana en invierno y dos veces en verano. Una forma de saber si les falta riego es cuando los bordes de las hojas se vuelven rizados. Pierden el color por exceso de sol y se secan si hace demasiado calor.

Es una de las mejores plantas si te están iniciando en su cuidado porque es muy resistente. Aunque no necesitan mucha luz para crecer siempre les vendrá mejor que estar a la sombra o a oscuras. Florecen en primavera y su flor suele ser amarilla o naranja, Hay que evitar encharcar la tierra y no necesita demasiado riego.

Esta planta necesita poca luz, pero cuando la tiene puede dar preciosas flores de diferentes colores en cualquier época del año. Sus cuidados son sencillos pero hay que conocerlos. La luz directa del sol puede quemarle las hojas. Si ves que estas se marchitan, es mejor ponerla en un lugar poco iluminado. Hay que regarla de manera regular pero sin excesos, para evitar que se encharque la raíz.

Es una planta muy habitual en las casas porque es bonita y muy agradecida. Es muy longeva, ayuda a purificar el aire del hogar y se adapta bien a todo tipo de iluminación. Deja que se seque un poco entre riego y riego. Si quieras que las hojas se hagan más grandes, vaporízalas con delicadeza.