Se mueven sin complejos entre el 'mainstream' y lo singular. Lo predecible y su toque personal. La humildad y la necesaria dosis de ego. Hemos reunido a las blogueras de moda con más carisma de nuestro país en los premios Wloggers-Divinity One, el mayor evento anual del universo bitácora, que ha contado con la participación de 2.000 'alumnos' wlogger, 120 ponentes y 30 medios de comunicación, además de cursos temáticos homologados por la Universidad de Stanford y el apoyo de las marcas más importantes del sector.
Desde el hall del madrileño hotel Palace, frente del Congreso de los Diputados, la jornada respira glamour. El sonido de tacones en la recepción, perfumes y aromas de cremas entrecruzándose en el pasillo, profesionales del 'nails art', canapés gourmet, zumos eco de mandarina y agua de coco, charlas sobre cómo optimizar el impacto en redes y maquilladoras profesionales que dan trucos prácticos a blogueras amateur: "con esos ojazos que tienes, mejor dales iluminador", se oye en el camino hacia el ascensor.
[[QUOTE1: En la suite se hospedaron Picasso, Cary Grant y Mata Hari]]
Mientras decenas de estas actividades transcurren en la planta baja, las trece blogueras premiadas van llegando a la suite real, de 225 metros cuadrados (cualquiera puede dormir aquí por 4.800 euros la noche), donde se hospedaron Picasso, Dalí, Cary Grant o Mata Hari. Nos espera una mañana intensa de flashes, y ellas vienen preparadas (aquí puedes ver la galería de sus 'outfits' detallados). Mónica Roldán, la maquilladora de Sara Carbonero y Antonio Banderas, ha colocado todas sus brochas y un aristocrático espejo de pan de oro en la mesa de caoba de la biblioteca. Las blogueras van pasando por sus manos, aunque algunas como Estefanía García y Bárbara Crespo han preferido maquillarse ellas mismas porque, dicen, se conocen mejor que nadie. Cuando están listas, entran por grupos en el dormitorio con cabecero Versalles.
Alexandra Pereira y Ester Bellón se colocan espalda con espalda en la cama de sábanas de hilo egipcio, Bárbara Crespo, Mónica de Tomás y Rebeca Labara inician una guerra de almohadones; Estefanía García, Paula Ordovás y Macarena Gea (embarazada) se las ingenian para, a duras penas, posar sentadas y no hundirse entre el mullido de plumas, Silvia de Carrión, Natalia Cabezas y Marta Carriedo prefieren coger sus zapatos en la mano y el chico del grupo, Nacho Aznar elige un look de cuadros en lugar del blazer plateadísimo que utilizará por la noche para recibir el galardón con Pelayo Díaz, que a esas horas tiene un compromiso publicitario.
Pero, ¿cómo se convierte una amante de la moda en una bloguera de referencia? ¿Cómo se gesta el proceso? La dinámica suele ser similar en todos los casos. Parte de una gran pasión por el estilo y la sensación íntima de que se tiene algo ese 'it' de las 'girls'. Si se tiene la constancia necesaria para alimentar el blog durante al menos un par de años, lo habitual es que los fans vayan creciendo como una bola de nieve. El siguiente paso es una profesionalización paulatina, es decir, la incorporación de una persona extra de confianza al equipo (suele ser su novio o un hermano) para encargarse de mejorar la calidad de las fotos y la repercusión en redes. Ser invitadas al 'front row' de París, Milán o Nueva York también computa. Si todo sigue creciendo, será necesaria una representante que gestione la agenda y negocie los contratos con las marcas. Ahí es donde se puede empezar a vivir (y vivir bien) de esta aventura… un sueño para muchas y una realidad para unas pocas.
[[QUOTE1: Vivir de los blogs de moda es un sueño para muchas y una realidad para unas pocas]]
Pero no todo el mundo que se decide a abrir un blog tiene éxito. Querer es poder, aunque no siempre. Los blogs de moda beben de la inspiración amateur y el espíritu democrático, pero para convertirse en un icono entre el magma hacen falta más cosas. Por ejemplo tener "una voz propia diferenciada, profesionalización, mucho trabajo diario y control de la redes sociales", nos explica María José Flores, una de las fundadoras del evento junto a Pablo Grave, profesor en Universidad de Stanford y especialista en nuevas tecnologías de Palo Alto. "No me vale que me des un 'outfit', para eso me voy a ver los desfiles a una revista, sino que una buena bloguera aporta las ventajas, inconvenientes y posibles combinaciones de una prenda", insiste Flores.
Alexandra Pereira (foto arriba), más conocida como 'Lovely Pepa', es una de las monarcas de este microcosmos. Tras cinco años con su blog, la siguen 325K en Instagram (su red favorita), 56K en Twitter y 124K en Facebook y es, a sus 26 años, el exponente más claro de bloguera española con influencia. Tiene incluso un premio 'Bloglovin', algo así como los Oscar del formato, y las marcas saben que si Pereira bendice con un post ese vestido o aquella blusa, se agotará al día siguiente en las tiendas. Paula Echevarría es su admiradora confesa y viaja a todos sus compromisos con Kiko de Castro, su novio y fotógrafo oficial. "Me ayuda mucho tener a alguien cerca de mi total confianza", nos confiesa Alexandra.
Otra bloguera destacada es Paula Ordovás, alma mater de 'Peeptoes'. ¿Sus credenciales? 43K en Instagram, 65K en Facebook y 28K en Twitter. Ha trabajado con Dior o Lorenzo Caprile, y su fotógrafo es su hermano Manuel, que también protagoniza la parte masculina del blog. "Adoro el cine de los 60, leer, los cocktails con amigas y estar con mi marido y mi perrita", nos cuenta Ordovás, quien, como Alexandra, parece más menuda en el cara a cara.
No es casualidad que hayamos mencionado sus 'K' (miles de seguidores) como tarjeta de presentación. Las redes sociales se han convertido en un termómetro de estatus, y las auténticas venas y arterias de un blog. Les sirven para hacer llegar sus post al mundo (la mayoría, por cierto, escritos también en inglés), para tener presencia diaria aunque ese día no haya entrada y para recibir el esperado 'feed back', tanto de fans como de las marcas, ávidas del impacto potencial. Cada vez que Lovely Pepa aparece con unas gafas o un bolso en Instagram, lo ve inmediatamente el equivalente a dos veces la ciudad de San Sebastián. Y lo que es más importante: todos son posibles clientes.
[[QUOTE1: El 80% de los consumidores investigan en Internet antes de comprar en la tienda]]
Las marcas tienen muy presente el poder de estos escaparates. No en vano, de acuerdo con un estudio realizado por Deloitte, nueve de cada diez consumidores saben lo que van a comprar antes de llegar a la tienda y un 80% investigan en Internet antes de hacerlo.
Entre las galardonadas hay perfiles muy variados. Y esa diferenciación y carácter propio es una de las claves por la que han sido elegidas. Estefanía García es la veterana del grupo y uno de sus puntos fuertes en la interacción con sus lectoras; Macarena Gea, que está embarazada y es arquitecta, pone el acento en los trucos de interiorismo; Ester Bellón también destaca en decoración; y Silvia de Carrión, procuradora de día y bloguera de noche, da conferencias sobre la legalidad e imagen.
Natalia Cabezas es hiperfotogénica y su frescura en un punto fuerte (foto arriba); Rebeca Labara se ha criado entre patrones; Mónica de Tomás ha sido modelo durante 12 años; Marta Carriedo ha diseñado el vestuario para una ópera madrileña; Bárbara Crespo cuida mucho las imágenes y Nacho Aznar y Pelayo Díaz (ex de Davidelfín y uno de los DJ nocturnos más de moda) son los valientes referentes del 'street style' masculino.
En definitiva, la clave es caracterizarse por algo. Y algo que sea muy tuyo. Luego, echarle horas trabajo y aprender a posicionarte tecnológicamente. Precisamente Wloggers surgió al comprobar que existía un 'boom' de blogs de moda, belleza y lujo, pero muchas carencias en organización y formación. Se trata del primer evento que centraliza todos los pilares de este ecosistema, y en el que poder hacer networking, aprender tecnología y darse a conocer a las marcas, que por otro lado también lo necesitaban para saber qué pedir y ofertar a un blog.
En los últimos dos años ha surgido con fuerta una especie de 'orgullo' de profesión, que entienden como uno de los nuevos trabajos surgidos al wifi de los nuevos tiempos (como el de 'comunity manager' o 'personal shopper, por ejemplo). Las puristas incluso dejan fuera del gremio a las actrices famosas que últimamente se han sumado a la tendencia de escribir en las webs de revistas femeninas: la idea viene a ser que no se es bloguera solo por abrir un blog. De nuevo, la profesionalización frente a lo amateur.
[[QUOTE1: El universo blogger es muy competitivo y el mercado se reparte piramidalmente]]
Pero no todo es luminoso, también hay días malos y la exposición pública puede traer, paradójicamente, un sentimiento de soledad importante. Eso explica que su equipo esté casi siempre compuesto por su pareja o un miembro de su familia. Miles de personas analizan en detalle su aspecto diario y hay veces que no se tiene el humor en lo alto.
De ahí la importancia del apoyo emocional y logístico que les da su círculo íntimo, que les acompaña en cada viaje o evento pero casi nunca salen en las fotos. O que esperan en casa desempaquetando los envíos de las marcas, como les ocurre a muchas madres y padres de blogueras. Además, se trata de un mundo muy competitivo, en el que se reparten el mercado entre unas pocas y no siempre es fácil tener amistades.
[[QUOTE1: Sacar un libro se ha convertido en una especie de consolidación de trayectoria]]
Con todo, no deja de ser curioso que esta galaxia internetera utilice el mundo editorial como un modo de consolidación de trayectoria. Todas las blogueras internacionales han logrado un estatus más estable al liderar las listas de los libros más vendidos de su país. Lo hizo Alexa Chung con 'It' cuando ya era toda una celebrity de la alfombra roja, también Leandra Medine con 'Man Repeller' y Alexandra Pereira lleva tres ediciones de 'El mundo de Lovely Pepa'. En todos los casos, se ha podido reservar en la red antes de su llegada a librerías. La autora se despide. Es cercana y lleva sin estridencias la corona en la pirámide: hay ya una cola esperando abajo su dedicatoria.
Premios Wloggers-Divinity One 2014: ¿QUIÉN ES QUIÉN? AQUÍ LAS BLOGUERAS, FOTO A FOTO