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Break the Internet, concepto de origen anglosajón que se utiliza cuando, hablando en plata, alguien lo peta tanto que sobrepasa la categoría de lo viral. La primera en ‘romperlo’ fue Jennifer Lopez en los Grammy de los 2000, cuando se plantó un Versace tropical de escote infinito que el planeta quiso ver tantas veces que se tuvo que crear Google Imágenes. Este martes, salvando muchísimo las distancias, una unión vip tan bizarra como inesperada ha generado un fenómeno similar. Pero, ¿quién no se espera arrasar cuando logra hacerse un selfie con Rihanna? Pues Victoria Federica lo ha conseguido.
En la tarde de ayer, a eso de las 20 horas, la hija menor de Jaime de Marichalar y la infanta Elena le daba al botón de compartir a un post con cinco instantáneas que es probable que logre récord de likes en su Instagram.
Desde que se postuló como la primera Borbón influencer (aunque su entorno profesional no la defina como tal, llegando a compararla más “con una especie de Carlota Casiraghi”, como apostilló María Pombo en su día), @vicmabor está tratando de hacerse un hueco en este universo virtual. Y qué mejor que con una foto con @badgalriri.
Aunque durante la noche de ayer Twitter aprovechó esta conjunción vip para fantasear con una estrechísima amistad entre Rihanna y Victoria Federica, esta imagen solo es fruto de estar en el momento y el lugar exacto. Pero esto tampoco era fácil.
Son poquísimos los privilegiados que consiguen estar en la Paris Fashion Week. Influencers de altísimo nivel como Dulceida han llegado a contar lo complicado que es acudir a una semana de la moda como esta. Y la hermana de Froilán no solo ha contado con un pase, sino que también se ha hecho con una entrada para el esperadísimo desfile de Dior, ese en el que la cantante, que está a punto de estrenarse como madre.
Con un vestido de rejilla, la tripa premamá al descubierto y unas botas XXL de charol, Rihanna era la última en sentarse en un front row en el que, además de Vic (que iba mucho más discreta, con un jersey crop de pelo blanco, pantalón camel y chaqueta blanca), también estaban Anya Taylor Joy, Elle Mcpherson, Maria Sharapova o Chiara Ferragni. Y ninguna, por muy famosas que sean, se fue a casa con un selfie como el de Federica.