Las colecciones homewear se han convertido en uno de los grandes reclamos de las firmas de moda. Se trata de prendas con las que se puede estar cómoda en casa pero que al mismo tiempo es ropa monísima con las que puedes practicar deporte o salir a la calle a pasear al perro o a hacer un recado.
Eso de reservar para estar en casa la ropa más estropeada de tu armario pasó a mejor vida hace ya varios años y en esto han tenido mucho que ver por un lado la pandemia, que ha obligado a pasar muchas horas sin salir, y por otro las colecciones comfy, que cada temporada son más amplias y apetecibles: pantalones de lana o algodón, sudaderas calentitas, vestidos comodísimos o confortables rebecas con las que estar cómoda y atractiva en casa.
El cárdigan de lana, también conocido como la rebeca del abuelo, es una de las prendas más buscada de la temporada. Son de lana gruesa, a menudo jaspeadas o trenzadas, y las puedes encontrar en versión crop, oversize o envolvente. Perfectas para estar en casa con leggins y para salir a la calle con vaqueros a lo Katie Holmes.
De punto, de algodón, de felpa…, los pantalones tipo cropped o palazzo de punto y algodón son, junto a los leggins, uno de los grandes aliados del homewear. Además de ser confortables a la vista y al tacto, son una prenda que salta de la casa a la calle con solo cambiar las zapatillas de casa por botines o zapatillas de deporte.
El pantalón jogger es un modelo de pernera amplia que va sujeto al tobillo con un puño. Se trata del patrón clásico de los pantalones de chándal que ha sido versionado en diversos tejidos, texturas y estampados. Perfectos para llevar con deportivas a la calle si no quieres complicarte la vida.
Un tercer modelo de pantalón confortable es el harem, un patrón de tiro muy bajo que se estrecha en la pantorrilla permitiendo una libertad de movimiento absoluta. En cuanto al slouchy, se ha convertido en un clásico que ahora salta de la calle a las casas en versiones de tejido fluido y comodísimo que puedes combinar como cualquier pantalón vaquero.
Los leggins han seguido el recorrido contrario al que han realizado el resto de los pantalones: han pasado de ser un clásico de estar por casa o para hacer deporte, a prenda imprescindible para salir a la calle. Bajo un vestido, una chaqueta oversize o un cárdigan de punto gigante, son la prenda que puedes llevar a todas partes.
Los monos son una de las tendencias más claras de la temporada y estas versiones de punto lo son también para no salir de casa. Combinan la comodidad de vestirte con una sola pieza con el confort del tejido y el patrón amplio. Basta un chaquetón o un abrigo para llevártelos a la calle en pleno invierno.
Compañeras inseparables de tus días de instituto, las nuevas sudaderas tienen todos los ingredientes para convertirse en las estrellas del homewear. Modelos cortos, clásicos y oversize, las sudaderas son perfectas para llevar sobre vaqueros de tiro alto, flare o cropped, pero también para combinar con todas tus prendas de estar por casa.
Los vestidos también se han apuntado a la moda comfy con patrones rectos, amplios y al cuerpo que se fabrican en tejidos como la lana, la felpa o el algodón. Ideales para andar por casa y fáciles de trasladar a la calle con alguna prenda de abrigo y unas botas militares.
El estampado tie-dye ha sido la estrella del último verano y parece que quiere seguir una temporada más como rey indiscutible del comfortwear. Tiene tres ventajas: por un lado, te alegrará los días más largos del invierno, por otro, es una tendencia que encaja perfectamente en cualquier prenda y por último, la técnica es tan sencilla que puedes poner en práctica el DIY para darle una nueva vida a las prendas viejas que tengas de estar por casa.