Corría el año 2006 cuando una jovencísima Sara Carbonero salía de las aulas de la Universidad Complutense de Madrid para empezar su andadura profesional en Radio Marca, gracias a una beca que le abriría gradualmente las puertas en el mundo del periodismo. Ahora, 14 años después, la comunicadora ha regresado a la misma emisora donde empezó a labrar su currículum, pero como uno de los fichajes estrella de su plantel de colaboradores. Su nombre empezó a ser uno de los más buscados y demandados por las marcas en cuanto hizo su primera aparición en la pequeña pantalla presentando los deportes. Su talento frente a las cámaras brillaba a la par que su cuidado look y su adaptación a las nuevas tendencias. Un sello propio que también ha ido progresando con el propio paso del tiempo y que hoy analizamos en Divinity.

La comunicadora se ha ido convirtiendo en todo un icono de moda y estilo. Prenda que viste, prenda que agota en las tiendas. Su influencia ha ido mucho más allá de las cámaras de televisión y, ahora, cada outfit con el que posa, tanto en photocalls como en su propio Instagram, es garantía de éxito. Su estilo es sencillo, pero, a la vez, Sara utiliza accesorios y prendas que le proporcionan esa apariencia más boho-chic, de la que tanto se ha confesado fanática, y ese toque más desenfadado e informal, que la define a la perfección.

La periodista comenzó su carrera profesional en las ondas, donde empleaba unos looks más básicos. Los pitillos y las camisetas blancas eran los pilares fundamentales de su armario. Su mayor ‘must’ eran unos buenos jeans que combinaba con botas o con unas sneakers de color blanco. También, cuando empezó a tener más protagonismo en televisión -por abril de 2009-, la reportera seguía apostando por la sencillez, algo que jugaba a la perfección con su elegante belleza. No le hacía falta mucho más para triunfar.

Así, nos encontrábamos con una chica sencilla, con una larga melena castaña y unos ojos verdes que dejaban entrever esa dulzura y buen hacer. Sí que es cierto que, con el paso del tiempo, Sara ha sabido adaptarse a las nuevas tendencias, aunque siempre siendo fiel a su estilo. Es decir, nunca ha dejado de lado su ropa básica, pero sí ha incorporado nuevas prendas que le dan ese rollo festivalero y desenfrenado. Si echamos la vista atrás, en sus primeros photocalls, Sara siempre se decantaba por vestidos largos, en colores neutros y alejándose de los estampados y de los tonos más llamativo

Pero, ahora, se atreve con las botas cowboy, los vestidos largos de flores, los pantalones campana, los sombreros y hasta los bolsos ‘shopper’ gigantes. Fue en el año 2015 cuando volcó todas sus ideas sobre la moda en su propia marca de ropa –Slow love- y vio, así, cumplido uno de sus sueños. De esta manera, comenzó a arriesgarse más y a lucir distintos estampados, prendas más fluidas y accesorios más arriesgados. Eso sí, los básicos siguen siendo igual de primordiales en su armario.

El azul marino, el blanco, el gris, el negro, el teja y el camel se han convertido en sus colores favoritos y los elegidos para sus faldas tweed y sus abrigos largos. Así, suele dejar de lado algunos estampados más coloridos y cargantes y se decanta por pequeñas flores o por camisetas con mensaje, que son uno de los pilares de su marca. También, Sara es muy aficionada a las zapatillas, como Converse y Dr.Martens, y, por eso, es muy poco probable que algún día la veamos con unas botas de plataforma. Normalmente para sus eventos se decanta por algún zapato plano o por unos simples stilettos.

Además, siempre viste según las últimas tendencias, combinando sus básicos del armario que siempre funcionan, con un look de noche más sofisticado y elegante. Podríamos decir que Sara siempre elige su outfit para triunfar y no tiene competencia. También, en los últimos meses, la presentadora se ha convertido en todo un ejemplo de superación, debido al optimismo con el que se ha enfrentado a una enfermedad complicada. Aún así, no ha dejado de lado sus compromisos profesionales y, ahora, vuelve a la carga de la mano de la radio.

Este estilo desenfadado y moderno ha combinado a la perfección con su nuevo cambio de look. Por distintos motivos, la periodista se tuvo que despedir hace un tiempo de su larga melena y sorprendió a todos con un increíble corte de pelo que resaltaba, aún más, sus marcadas facciones. Por eso, ahora Sara se no le podía quedar mejor. La periodista ha sabido adaptarse a los cambios de su vida y hacerlos suyos.