Sudaderas, zapatillas, collares: Smiley vive su regreso al futuro en verano
Smiley ha sido acogido por las nuevas generaciones para expresar su necesidad de optimismo y su descontento con la sociedad actual
Las firmas de ropa han multiplicado sus colaboraciones con la compañía Smiley desde la llegada de la pandemia
El verdadero empujón para recuperar el emoji de la carita sonriente como símbolo de rebeldía está en los complementos
Smiley, el emoticono amarillo y sonriente que se viralizó como símbolo hippie en los años 70, que en los 80 fue sinónimo de música electrónica y en los 90 icono de la cultura rave, vuelve esta temporada con intención que darle un poco de color y alegría a la vida e inyectar optimismo a una sociedad golpeada por la pandemia.
Tras décadas de gloria en el 2000 Smiley había saturado el mercado, eso que se llama morir de éxito, pero con la era digital se transformó en el primer emoji de la historia y hoy la compañía factura unos 500 millones de dólares anuales.
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Hoy se le conoce simplemente como el símbolo global de la felicidad y ha sido acogido por las generaciones más jóvenes como un modo de expresar sus diferencias con las generaciones precedentes, su necesidad de alegría y su descontento con la sociedad actual. Exactamente igual que ocurrió en los años setenta.
Las colaboraciones con la compañía Smiley se han multiplicado desde la llegada de la pandemia y firmas como Mocler, Adidas, Zara o Pull & Bear (que pondrá a la venta una nueva colección el día 11 de este mes con el emoji como protagonista) no han perdido la oportunidad de crear colecciones con el emoticono más feliz del planeta.
Las grandes compañías de moda y la ropa no han sido más que el principio de la historia, el verdadero empujón para recuperar este símbolo de rebeldía está en los complementos porque Smiley se ha convertido en la estrella de los colgadores para el móvil, de las cadenas para las gafas o las mascarillas, de llaveros, anillos, pulseras, tobilleras, pendientes y collares.
Son las pequeñas empresas, muchas de ellas unipersonales, las que han elevado otra vez a Smiley a la categoría de icono, firmas en las que el color y la artesanía son las dos consignas recurrentes. Marcas de accesorios divertidos como Mermaid, Shiny Totem, Gummy Pieces, La Victoria o Funcky & Funcy, han encontrado en la carita Smiley el recurso imprescindible y omnipresente de sus piezas más codiciadas.
Se trata de pequeñas firmas que han surgido como respuesta a una pandemia que ha cambiado las costumbres y hobbies de casi todo el mundo, de hecho, mientras una parte de la población se metió a experimentar en la cocina, la otra media se puso a hacer bisutería con cuentas de colores.
Negocio o simple entretenimiento, las empresas de ventas de abalorios son las que han salido beneficiadas de este auge por la bisutería DIY. Tiendas especializadas como Nicolis Group, A Tu Bola, Panda Hall o Mayorista en Abalorios, han notado el auge de esta afición por crear accesorios en casa.
El kit básico depende de cuál sea la pieza que vayas a crear. En general necesitas hilo de seda, metálico o elástico; una herramienta adecuada para cortar, que serán unas tijeras o unos alicates; fornituras para cierre y los abalorios que más te gusten, aunque si quieres seguir las tendencia hay dos que no pueden faltar: letras para formar tu nombre y caritas sonrientes de Smiley.