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Otoño es una época del año en la que las temperaturas y el tiempo puede oscilar en 24 horas del calor al frío y del clima seco a la lluvia. Saber elegir los tejidos de la ropa es casi tan importante como vestir a capas para añadir o quitar las que necesites en cada momento.
La primera premisa que debes tener en cuenta es que los tejidos naturales son los que mejores propiedades térmicas tienen, pero también son los que mayores costes de producción llevan aparejados y eso indiscutiblemente repercute en el precio de la ropa.
La manera de hacer estas prendas más asequibles es mezclar los tejidos naturales con otros como poliéster o poliamida, un recurso que ayuda a reducir costes, pero también las propiedades térmicas de la ropa en la misma proporción en que intervienen los acrílicos.
Si buscas las mejores prendas para el otoño, no tienes que fijarte sólo en los patrones, debes leer las etiquetas, comprobar la composición y buscar los tejidos más confortables: gabardina, lana, algodón o cuero deben estar entre tus apuestas. Estos son los tejidos con los que te debes aliar en otoño si no quieres pasar ni frío ni calor.
El tejido de gabardina es un imprescindible en esta época del año. Se trata de una tela relativamente impermeable al agua y al viento, así que es perfecto para la confección de prendas como parkas o gabardinas, pero también se utiliza en la elaboración de trajes sastre, faldas, pantalones y vestidos.
El vaquero es un tejido de algodón de mezclilla que no puede faltar entre los imprescindibles del otoño. Es un básico cuando lo llevas en forma de pantalón, el jean omnipresente en todos los armarios, al que en otoño se puede sacar mucho partido. Pero no hay que olvidar que las cazadoras y camisas vaqueras son fundamentales esta temporada para conseguir un total look en clave denim.
Los tejidos de lana son uno de los imprescindibles del otoño/invierno. Cuando se trata de lana 100% hablamos de un tejido sostenible, resistente, elástico, con capacidad aislante y para repeler el agua de manera que es capaz de mantener el cuerpo a una temperatura óptima con independencia de la que hace en el exterior.
Hay numerosos tejidos de lana y su clasificación depende de su origen geográfico, de la raza de la oveja y de la longitud de la fibra. Entre las más conocidas cabe mencionar sarga, crepe, batista, challis, jersey, paño y tweed, que merece un apartado independiente.
El tweed es uno de los tejidos de lana favoritos del otoño. Originariamente se fabricaba de manera artesanal con lana escocesa de al menos dos colores, en el que predomina uno de ellos, y de acabado irregular. El resultado es un textil cómodo, confortable, resistente y muy práctico para la elaboración de trajes sastre, abrigos, vestidos, chaquetas e incluso complementos. Es el tejido perfecto para una chaqueta si quieres darle un toque lady a tus vaqueros o al pantalón de cuero.
Los tejidos de cuero no son solo una de las tendencias más fuertes de la temporada, sino que se trata de un material resistente, transpirable, aislante y muy maleable, característica que repercute en que las prendas fabricadas en cuero sean muy cómodas. En cuanto a su estética, la apuesta por este material aporta siempre un plus a cualquier look, sin importar el estilo que más te gusta: lady, casual o deportivo.
El terciopelo es un tejido noble que se caracteriza por tener una cara vista de tacto delicado y mullido, cuyo aspecto y brillo cambia en función de la luz. Por su composición, es posible encontrar tejidos de terciopelo de algodón, es el más habitual para la fabricación de ropa; de seda, que es el más exquisito, delicado y difícil de encontrar; de lycra, que se usa para confeccionar prendas elásticas.
Es un tejido de aspecto abrigadito, aunque su calidez depende de la composición, que se adapta a todo tipo de prendas, de las chaquetas y abrigos, a los pantalones.
En cuanto a la pana, es un tejido de aspecto es similar al terciopelo, aunque el tacto es más áspero y tiene un acabado acanalado. Está compuesto por fibras entrecruzadas, generalmente con un alto porcentaje de algodón, y resulta perfecto para la temporada otoñal tanto en forma de faldas y pantalones como para chaquetas y abrigos.