Dejando a un lado esa inspiración poligonera dominguera que ‘it girls’ y bloggers han tenido (llevando a la calle primero el pijama y luego el chandal con tacones), a la ropa deportiva además de la comodidad, esto no es más que un requisito básico, le exigimos una determinada estética, tecnología punta, tendencia y, como a toda la ropa, que nos siente bien.
Las marcas más punteras del mercado, adidas, nike o reebok, han tomado nota inundando el mercado de prendas que nos seducen hasta el extremo de lanzarnos al jogging matutino, todo sea por lucir estilismo deportivo, que también tiene sus reglas. El chandal completo nos aburre, así que este año la tendencia deportiva pasa por pantalones ‘slim fit’, sudaderas microperforadas y zapatillas de un solo color con la suela haciendo contraste.
Para hacer footing son necesarias, aparte de la voluntad, muy pocas cosas: mallas pegadas al cuerpo, como las de Nike que llevan Miranda Kerr o Agyness Deyn, unas buenas zapatillas como las Premier ZigFly de Reebok que usa Gwyneth Paltrow y camiseta o sudadera, a ser posible amplia. Para las minimalistas en tonos negros, grises o blancos y en colores flúor para las más atrevidas.
Una de las últimas tendencias del mercado es la ropa deportiva tonificante. La marca Reebok lanzó las zapatillas Easytone, de la que fue imagen Helena Chistensen y que ahora representa la actriz Eva Mendes. Esta línea se ha completado con tops y pantalones que tensan los músculos. Entre sus beneficios cuenta con un milagroso y prometedor fortalecimiento de piernas y glúteos con sólo caminar.
Parece que para los hombres una apuesta segura ha sido, es y seguirá siendo el clásico Adidas de tres líneas blancas, jóvenes y maduros apuestan por este básico. Colin Farrell para sus clases de yoga, Robert de Niro en el rodaje de “Grudge Match” o Rod Stewart que ha sido fiel a la marca desde su juventud, son fans del ‘breaksuit’ por excelencia, ese que nos trae recuerdos de la infancia.
Muchas marcas punteras se han aliado con grandes diseñadores de moda para crear colecciones de ropa deportiva con materiales de última generación y estética vanguardista. Yohji Yamamoto fue pionero con su línea deportiva Y3 que hace más de diez años creó en colaboración con Adidas. A lo largo de estos años una de sus prendas estrellas han sido las ‘sneakers’ de diseños extremos.
La alianza de Adidas dio tan buenos resultados que desde 2004 firma una línea con Stella Mccartney que aúna tecnología, confort y diseño de vanguardia. La diseñadora, siguiendo las tendencias de la pasarela, ofrece para esta temporada interesantes propuestas: colores ácidos, metálicos, flúor y diversas tonalidades de verdes y azules con tecnología CLIMALITE® y CLOMACOOL® que ayudan a controlar la temperatura corporal durante el ejercicio.
También el gigante español Inditex se ha rendido a la ropa deportiva. Oysho cuenta desde hace unas temporadas con una sección para el ‘gym’ con prendas básicas como zapatillas, leggins o sudaderas de calidad a precios más que razonables. Un perchero que no podemos pasar por alto si queremos poner a punto la parte más atlética de nuestro armario.
Muchas marcas de moda se han unido a la fiebre del deporte y no sólo por haber diseñado la ropa de algunos equipos olímpicos como Tommy Hilfiger para Estados Unidos o Armani y Prada para Italia, sino por haber creado prendas para esquiar, jugar al tenis o al basket e incluso algún chandal que podríamos llamar de alta costura, como los de la histórica casa de costura Chanel que hemos visto en artistas como Rihana, Madonna o Katy Perry.
Las reglas del chándal moderno las subió a la pasarela de Nueva York, hace un par de años, el diseñador Alexander Wang. Coordinada o descoordinada, su intención era sacar la ropa de deporte a la calle. Ni él pudo imaginar cuánto calarían sus propuestas en el ‘gym style’.
Pues eso, no nos equivoquemos, la ropa de deporte no es para la calle y la ropa de calle no es para hacer deporte, aunque lo digan las bloggers, las revistas de moda o el mismísimo David Beckham.