Este es el año de los colores vitamina y los trajes sastre se tiñen con esos tonos saturados que sientan tan bien con la piel morena. La consigna es dejar la discreción de lado, romper la seriedad del sastre y lanzarse al ‘total look’ en rojo, fresa o amarillo. El color no resta un ápice de elegancia al traje masculino, lo comprobamos en las propuestas de Gucci o Mugler (modelos en rojo y en rosa), eso sí, conseguirá centrar todas las miradas en quien se atreva sin reservas a acatar esta propuesta. El estilista Brad Goreski ya lo ha experimentado en traje (amarillo) propio.
El ‘sportwear’ se viste con el llamado color ‘mandarina tango’, es el que, junto con el amarillo, más veces ha subido a la pasarela de este verano. Ferragamo (fotografía izquierda) lo mezcla con tonos azules y verdes que dan al hombre un inequívoco aire deportivo, el golfista Guan Tian Lang es un claro ejemplo de ello. Otra posibilidad es acortar el pantalón del traje sastre monocolor y sustituir la blazer por un cárdigan o jersey ‘oversize’, una propuesta mucho más 'cool' y apropiada para la ciudad.
Para no dar tanto la nota, cantantes como Justin Bieber o Joe Jonas rebajan el color de sus pantalones con negro o blanco (demasiada popularidad para ir tan señalados por la calle). Jesús Vázquez reduce ópticamente la intensidad turquesa de su pantalón con un jersey añil, completando el ‘outfit’ con una prenda básica de la primavera, la bomber negra.
Los colores pastel son otra de las tendencias para el día de este verano. Un estilismo que puede recordar al clásico ‘playboy’ de la ‘Dolce Vita’ en la propuesta de Gucci, con corbata y mocasines o que, como en la de Canali, se moderniza con botines. El cantante User se apunta al celeste más rabioso y juega al ‘matchy matchy’, esa controvertida tendencia de coordinar los colores de los complementos, en este caso el gris de su camisa con el de sus botines.
Aquellos hombres que no están cómodos con colores sorbete o saturados, pueden optar por colores más formales como el azul o el verde hoja. En eventos formales y nocturnos el terciopelo azul es una gran apuesta como el de Eddie Redmayne de la marca Burberry y para actos diurnos el traje 'azul Riviera' de Tom Ford que el actor mezcla sabiamente con zapatos en color piel. El ‘total look' de Gucci con el que se atreve Robert Pattinson huye de excesos pero también del aburrimiento.
El ‘street style’ nos deja imágenes de cómo mezclar los colores ‘candy’ en función de la edad y la actividad de cada uno. Desde el estiloso joven que se atreve a componer su estilismo a base de cuatricomías, a quienes prefieren utilizar el negro para amortiguar: ya sea en la versión más ‘sport’, con sudadera negra, o en la más formal, con chaqueta y corbata.
Optar por el metalizado puede ser peligroso. Aunque en la pasarela todo vale, vemos la propuesta de verano de Gaultier con plumífero incluido, llevado a la realidad hay que dejar a un lado todo lo que pueda resultar exagerado, pues el peso visual de este tejido es suficiente para un estilismo impactante. El actor Matthew McConaughey peca de exceso al sumar cuadros y brillos en un mismo ‘look’ que podría haber resultado elegante en un solo color, como la propuesta en amarillo dorado de Ports 1961.
Los estampados han dejado de ser “territorio prohibido” para los chicos, pero lanzarse a ellos requiere ciertas dosis de sentido común. Para ir por la vida cual papel de pared, te recomendamos un coordinado total en que no se distinga dónde empieza el pantalón y dónde termina la chaqueta. Menos arriesgado es que el estampado del pantalón y el de la camisa estén a diferente escala. Ir a lo seguro es combinar estampado y liso en un solo ‘look’, es menos agresivo ópticamente y, desde luego, mucho más elegante.
Aunque los cuadros son un ‘print’ muy masculino, dejando aparte el traje tradicional de Escocia o el uniforme del colegio, el tartán es sólo apto para hombres atrevidos. El estampado escocés, que fue un símbolo ‘punk’ en los ochenta, este año se formaliza en trajes smoking gracias a Moschino o rejuvenece el sastre con cuadros blancos y negros en la propuesta de Versace. Pero el periodista Ramón Fuentes nos da las claves para no caer en el exceso: combinar el pantalón escocés con prendas lisas y sobrias que no le resten protagonismo.
Las rayas que hasta ahora se identificaban con el traje diplomático, con la formalidad y con la oficina, se han ensanchado y han pasado a ser informales. Propuestas ‘college’, que recuerdan a las chaquetas de los campus universitarios americanos, como las de Tommy Hilfiger o la mezcla de rayas marineras de la chaqueta con las ‘rayas piratas’ del pantalón de Gaultier han modificado el esquema que teníamos en la cabeza. La mejor opción ‘sport’, si optamos por llevarlas en el pantalón, es combinarlas con prendas monocolor en uno de sus tonos, como hace Marc Jacobs en su pasarela.
Pero nada es nuevo bajo el sol de la moda, en los años setenta Mick Jagger nos regalaba este modernísimo estilismo con traje sastre de cuadros por el que hoy suspiraría más de uno, otro moderno, David Bowie, ya se apuntó al pantalón de rayas piratas en los ochenta y en 2010 Michael Jackson, con su particular estilo, ya mezcló el celeste con el mandarina tango en los escenarios. Son sólo tres ejemplos para que nadie hoy se las dé de moderno.