Ver en la ciudad a una chica agarrada del brazo de su ‘tote’ se ha convertido en una imagen habitual y es que en las últimas temporadas los bolsos han adquirido tales dimensiones que las mujeres se aferran a ellos como al bíceps de su pareja. Si además el bolso es uno de los más buscados del mercado, como el Prada en color piel de Jessica Hart, el azul con ribetes de Versace de Selena Gomez o el de piel negra de Givenchy que lleva Rosie Huntington Whiteley, ¿quién necesita más compañía?
Pero un bolso grande tiene ese peligro que ya todas conocemos: llenarlo en exceso, tanto que el codo, el hombro y la espalda se resientan, tanto que sea más cómodo llamar a la puerta de casa que encontrar la llave para abrirla, tanto que aunque llevas de todo es imposible localizar nada, tanto que lo que hemos metido dentro no permita ni cerrar la cremallera que es exactamente lo que les ha pasado a Gwen Stefani, Sofia Vergara y Sarah Jessica Parker.
Por eso hay que recordar hacer limpieza de vez en cuando u optar por una solución más drástica, la de Jessica Alba: llevar colgados dos bolsos, el pequeño para localizar lo imprescindible y el grande de color para alegrar el estilismo. También completa su ‘look’ la actriz y cantante Ashley Tisdale conjuntando su bolso de Celine con las rayas amarillas de su jersey. Otra posibilidad es optar por los estampados, como la actriz Dianna Agron que se apunta a los lunares que la artista Yayoi Kusama estampó en los bolsos de Louis Vuitton.
Pero entre tanto bolso grande se cuela este año la tendencia del bolso mini, una posibilidad mucho más manejable y cómoda para mañanas ajetreadas. Tradicionalmente la bandolera ha sido un recurso ‘hippy’ y veraniego, pero este año están causando furor hasta para eventos nocturnos. Algunos diseñadores se han apuntado a esta tendencia, como Gucci o Dolce Gabbana que firman las de Poppy Delevingne y Diane Kruger, pero las pequeñitas de piel de toda la vida siguen siendo las favoritas de actrices como Sandra Bullock.
La idea del bolso pequeño ha calado hondo y ahora es habitual encontrar versiones ‘XS’ de bolsos icónicos, con la doble asa incluida (la de mano y la de colgar) y no sólo en la calle, también en las alfombras rojas. Sienna Miller cuelga de su hombro el “Heroine Mini Crossbody” de Alexander McQueen para una jornada matutina. Zoë Kravitz acudió al ‘front row’ de Chanel con una versión mini del “Achat Sacs Hobo” de Chanel y Dakota Johnson lució en la alfombra roja el “Duffle” de Saint Laurent.
Una de las versiones del otoño ha sido el modelo de bolso con forma de caja, un complemento que ya ha pasado por las manos de Alexa Chung, el “Leather Box” de Dolce & Gabbana, las de Jessica Biel, el “Race” de Marc Cross, y por las de siempre-a-la-última Rihanna, un “Velvet” ‘vintage’ de Chanel. La cajita que antes se llevaba en todas las fiestas en forma de ‘clutch’ se ha convertido en bolso: con asas para agarrarlo cual maletín.
Si prefieres otra de las tendencias que llevan varios años acopladas al mundo de los complementos, puedes optar por el estilo ‘punk’ suavizado. Los pinchos se han democratizado tanto, que hasta algunas casas de alta costura como Valentino las incluye en bolsos, como el que lleva asido a su mano Nicole Ritchie. Las tachuelas han pasado a formar parte de los accesorios con tanta normalidad como las cremalleras y la diseñadora Rebecca Minkoff adorna con ellas todos sus bolsos, desde los más pequeños, el de Karlie Kloss, a los más grandes, el de Olivia Palermo.
Pero si hay un bolso por el que las famosas se vuelven locas, ese es el “2.55” de Chanel, ahora también editado en versión mini. Algunas, como Alessandra Ambrosio no sólo no lo sueltan sino que lo coleccionan en diversos colores y lo utilizan para todas sus salidas, formales e informales. Debe ser que, en este caso, el complemento hace el ‘look’ completo.