Un vestido negro es un básico del armario femenino que no puede faltar cualquiera que sea tu cuerpo y edad. Es una de las prendas más versátiles que existen, tanto porque favorecen a todas las mujeres como por su capacidad par adaptarse a todas las circunstancias.
Largos, midi o cortos, holgados o ceñidos, hay vestidos negros para todos los gustos y tipos de mujer y aunque hay modelos que no pasan de moda, cada temporada aparecen nuevos patrones que se convierten en tendencia.
De cuero, de aire romántico, minimalistas y sexis, las prescriptoras de moda ya han hecho sus apuestas y estos son los vestidos negros que más se ven este año.
Negro y romántico es una alianza complicada, pero lo cierto es que funciona porque ambos se equilibran. Este tipo de vestido, que se caracteriza por las mangas abullonadas, la espalda descubierta y la falda con volumen, es una propuesta que verás en firmas como KC The Brand, Sir The Label o Cecile Bahnsen, la apuesta de la editora Caroline Issa.
De día puedes combinarlos con botines track si quieres convertirlos en vestidos funcionales y de noche apostar por un zapato o sandalia de tacón para convertirlo en un vestido más sofisticado.
Negro y sobriedad es un combo perfecto al que se puede sacar muchísimo partido. Es el comodín que te saca de cualquier apuro pues encaja tanto en el horario de oficina como en una cena formal, el look solo depende de los complementos con que lo acompañes. Los modelos de punto como el de Pernille Teisbaek prometen ser la estrella del armario de la próxima temporada. Búscalos en los catálogos de H & M, Massimo Dutti o Zara
De día combínalo con mocasines para un look más sobrio, de noche apuesta por unas sandalias metalizadas para darle un toque divertido y sacarlo del puro minimalismo.
Es más que un básico, es un clásico que fue tendencia en los noventa y que sigue de plena actualidad. Con un patrón perfecto para estilizar la figura, sienta especialmente bien a las mujeres con curvas a las que equilibra y estiliza. Su versatilidad lo convierte en la prenda 24/7 que se adapta igual de bien a todas las épocas del año: llévalo solo en verano, súmale una gabardina en otoño, un abrigo en invierno y un jersey fino en primavera.
Llévalo con botas, sandalias o deportivas y a todas horas. Te harás fácilmente con uno porque casi todas las firmas tienen una versión que encajará con tus gustos.
La piel y los tejidos de efecto piel han vuelto con fuerza a las pasarelas y a la calle. Tras intentar hacerse un hueco en los armarios de primavera, este otoño su reinado será indiscutible. Serán los mejores aliados de tus vestidos negros si estás buscando un look cañero como el de Belén Hostalet, que ha elegido un modelo de Iro París de estilo chaleco, aunque esta misma firma cuenta con otras opciones igual de atractivas.
Llévalo de día con sandalias planas o botines y para la noche apuesta por unas con lazada y tacón de vértigo.
La tendencia midriff flossing que tanto ha dado que hablar durante la primavera y el verano, vuelve a estar de moda en forma de vestido negro mini. No se trata de una tendencia casual y el responsable es el diseñador Nensi Dojaka, un nombre poco conocido hasta que saltó a la fama de la mano de la actriz Emma Corrin y el estilista Harry Lambert.
Esta apuesta, complicada y solo apta para las noches de fiesta más divertidas, puedes encontrarla en los catálogos de marcas más asequibles como Zara.