Los quioscos amanecían este miércoles con la identidad de la que, según ¡Hola!, es "la nueva ilusión" de Iker Casillas. Un año y medio después de oficializar su ruptura con Sara Carbonero (y con unas cuantas novias adjudicadas entre medias, incluida la influencer Rocío Osorno), el que fue portero del Real Madrid ha sido fotografiado con María José Camacho. La revista, que en su interior aporta instantáneas de múltiples "citas románticas" a lo largo de los últimos meses, asegura que entre ambos hay una vinculación sentimental desde hace un tiempo. Y los protagonistas de la noticia, indignados con esta información, se han pronunciado al respecto.
El primero en hacerlo ha sido el propio Iker, y lo ha hecho vía redes sociales. Tal y como ha obrado otras veces en las que su vida privada se ha convertido en actualidad, sobre todo a raíz de su soltería, el futbolista no ha dudado en desmentir al medio ya mencionado, tildando su información de 'fake news'. "¿Nueva ilusión? No. ¿Nueva invención? Sí", ha declarado, negando así una relación con Camacho.
Pocas horas después, María José también ha querido manifestar su enfadado a través de Instagram, donde la siguen la no escasa cifra de 29 mil personas. En su caso, además de definir esta portada como una 'fake news' (lo mismo que ha dicho Iker), esta catalana con un pasado ligado al fútbol ha manifestado con hartazgo que "ya no saben qué inventar".
Cenas para dos en la noche marbellí. Paseos abrazados antes de volver a casa. Jornadas en barco por las aguas de Sotogrande. Gestos de afecto en alta mar. La revista cuenta con varios documentos fotográficos que avalarían su información. Esa que nos ha permitido conocer la complicada vida de esta mujer de 43 años nacida en Terrasa cuya vida quedó marcada hace un año y medio por una tragedia familiar.
Con una juventud ligada al fútbol femenino (María José Camacho jugó como delantera en el F. C. Barcelona y del Málaga, equipo del que formó parte durante una década hasta 2012), fue en este universo deportivo donde conoció a su marido y padre de sus dos hijos, de 19 y 17 años respectivamente. Con Francesc Arnau, exportero del Barcelona y del Málaga, formó una familia. Sin embargo, la desgracia acabó con este proyecto vital cuando en mayo del año pasado decidió terminar con su vida.