Sandra Barneda y Nagore Robles comunicaban a principios de año que su relación estaba rota. Tras un lustro de idas y venidas, las comunicadoras asumían que el amor “también significa aceptar los finales” y que debían separar sus caminos “aunque fuese una decisión difícil”. De “mutuo acuerdo” y con el fin de “evitar especulaciones y noticias difamatorias”, las dos pedían respeto tras informar que llevaban meses “sin ser pareja”, dejando claro que habían acabado en buenos términos tras desearse lo mejor “la una a la otra”.
Un adiós en el que el respeto ha sido fundamental entre la colaboradora y la presentadora, que hace unas semanas era cazada protagonizando un romántico paseo por el parque del Retiro con su nueva “ilusión”, la bailarina holandesa Pascalle Paerel, sobre la que aún no se ha pronunciado. No obstante, sí lo ha hecho Nagore, que ha dedicado unas preciosas palabras a su ex en la alfombra roja de ‘Dulceida, al desnudo’, donde también ha hablado Laura Escanes sobre su nuevo novio por primera vez:
“Yo voy a querer a Sandra siempre. Hay amores que son eternos y yo le deseo lo mejor, y si ella es feliz yo soy absolutamente feliz”, se sinceraba la exconcursante de ‘Gran Hermano’, que le desea lo mejor “a nivel profesional y personal” a su expareja. Además, en esta charla con los compañeros de ‘Europa Press’, ha reconocido que a veces “transformar el amor es complicado”, aunque también cree que existiendo “respeto, madurez y compromisos, sí que se puede”.
Mientras Sandra ha rehecho su vida sentimental, la vasca confiesa que ‘sí’ que está abierta al amor y que se encuentra “ilusionada” porque “cree mucho en el amor”, pero por el momento no ha encontrado un nuevo amor: “Estoy muy bien así, contenta y muy tranquila”, insiste Nagore, que guarda un especial cariño a la que fue su pareja durante cinco años: “Nosotras nos hemos querido siempre mucho y muy bien, así que se puede seguir exactamente igual, aunque no se esté de pareja”.
Poco después de contar que su ruptura definitiva, Robles utilizó sus redes sociales para dirigir un mensaje a todos aquellos que le estaban preguntando cómo gestionar una separación. En aquel momento comentó que nadie debe pensar que "no duele, no da vértigo, no te hiere el alma, el corazón y no deja un vacío enorme". "Leer ahora eso de 'otra puerta se abrirá, algo bueno vendrá', es una mierda, una frase vacía, porque duele, rompe, quiebra y es insoportable. La teoría está muy bien, pero la práctica es horrible, triste y muy difícil. Esa es mi realidad", dijo.