La carta de Aless Lequio al amor de su vida que dejó sin habla a Ana Obregón: "Es lo más bonito que he leído en mi vida"
'El chico de las musarañas', el libro de Ana Obregón, cuenta con un capítulo muy especial cuyo autor es Aless Lequio
En él, el joven dedica una carta abierta al amor de su vida que partió el corazón a su madre cuando la leyó por primera vez
El joven dejó escrito antes de morir cómo era la verdadera relación entre sus padres
Antes de que 'El chico de las musarañas' llegase a las librerías para convertirse en un best seller, qué contaban esas 72 páginas que dejó escritas Aless Lequio antes de morir y que fueron el punto de partida al que se aferró Ana Obregón para terminarlo era un misterio absoluto. Nadie sabía del contenido del libro hasta que se publicó el pasado miércoles. Y ahora, analizándolo capítulo por capítulo, por fin podemos desentrañar qué quiso dejar plasmado el joven sobre el papel.
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Gran parte de su testimonio narra el duro camino que atravesó durante sus tres años de enfermedad. Sin embargo, en un aparte que lleva por título "A la atención de...", encontramos una breve carta abierta que un Aless que empezaba a ser consciente de que el final estaba cerca dedicó al amor de su vida.
Aunque por entonces compartía su vida con Carolina Monje y contaba con un amplio pasado sentimental, caer en la cuenta de que el cáncer no le iba a dejar conocer el amor verdadero provocó en él una profunda tristeza que quiso ordenar con palabras. De ahí que esta carta no tenga receptora concreta, ni siquiera su última pareja.
La carta completa de Aless Lequio
"Te escribo porque no te conozco. Si te conociera, las teclas de mi ordenador tendrían tanto polvo acumulado que mis frases serían un sinsentido, pero ese no es el caso. Hoy mis palabras pecan de elocuencia", arranca su texto. "Vivo anclado a la posibilidad de conocerte, pero ya no sé si lo haré en lo que me queda de vida. Ojalá estas palabras puedan crear un pedacito de realidad para poder llevarme el boli a la cama pensando que al menos exististe en mi imaginación. Dentro de mí".
Vivo anclado a la posibilidad de conocerte, pero ya no sé si lo haré en lo que me queda de vida
En aquel momento, Aless Lequio compartía con esa desconocida que, además de tener cáncer, tenía "miedo", que era "lo peor de todo". "Ya no sé si algún día seré capaz de sentir cómo eres y lo que podríamos llegar a ser, pero lo que sí puedo hacer ahora, en este mismo momento, es transmitir cómo no eres, y, por lo tanto, acercarme un poquito más a la idea de lo que serías", le transmitió como cierre.
Ana Obregón, con "rabia" y "dolor" por que su hijo no pudiese casarse y tener cinco hijos
Esta carta fue uno de los muchos documentos que Ana Obregón encontró en el portátil de su hijo después de su muerte. Este en concreto, cuando lo leyó por primera vez, hizo que sus ojos se llenasen de lágrimas. Según confiesa en 'El chico de las mariposas', esta era la carta de amor "más bonita" que la actriz había leído en su vida. "¿Hay algo más enigmático que un amor para toda la vida sin nombre propio?", se preguntó al descubrirla.
Cuando cayó en el sufrimiento que le provocaba a Aless no haberlo experimentado, "la rabia y el dolor" se apoderaron de ella, impotente por no haber visto a su hijo "ser feliz, casarse y tener cinco hijos como tanto deseabas". Motivo por el cual tres años después decidió abordar esa última voluntad y traer al mundo por un proceso de gestación subrogada a una niña, Ana Sandra, con la muestra de esperma que dejó en un laboratorio de Nueva York antes de iniciar la quimioterapia.
"Dime, por favor, para que pueda sentir un instante de paz, si por lo menos en tus ensoñaciones apareció ese amor y que duerme junto a ti en la eternidad", le pide desde este libro que han coescrito y del que la presentadora ha confesado que no puede estar más orgullosa.