En mayo de 2023, Kike Sarasola y Carlos Marrero anunciaron que se separaban tras 30 años de relación y 16 de esos casados. Unos meses antes habían decidido darse un tiempo para no llegar a romper, pero finalmente un desgaste en la relación pudo con su matrimonio. "Es una situación triste porque cualquier ruptura supone momentos complicados, y más cuando nos seguimos queriendo", comentaron en aquel momento.

Este miércoles 26 de marzo, dos años después de su ruptura, Kike Sarasola ha concedido una entrevista a la revista Vanitatis en la que confirma su reconciliación. El empresario ha contado que está "muy contento y feliz" porque, en esta segunda oportunidad, están "recuperando el tiempo" y los niños están "muy contentos". Kike comenta que estos dos años han sido "anímicamente" muy duros para los dos y que el COVID y la situación derivada que vivieron les afectó "muchísimo". "Hemos sabido reconducir y ser generosos los dos", aseguran.

A través de su cuenta de Instagram, el empresario ha confirmado la noticia con una fotografía juntos: "Esta foto tiene más de 20 años, pero es más actual que nunca. Contento y feliz. Cuando la vida te regala segundas oportunidades hay que saber aprovecharlas y vivirlas".

Los primeros meses tras la ruptura no fue fácil para ellos. Al principio, como estaba todo "muy reciente", no fueron capaces de mantener una amistad, pero con el tiempo sí dieron ese paso. "Lo nuestro ha sido darnos un tiempo y una vez que firmamos el divorcio nos relajamos. Pasamos página y la verdad es que estamos entusiasmados. No siempre en la vida hay segundas oportunidades", ha comentado.

En cuanto a la conciliación, el empresario ha contado que - "como todos los padres" - tiene que hacer "malabarismos". "Llevo un año viviendo en Italia y procurando que nos veamos los fines de semana. Carlos y yo buscamos tiempo de calidad", ha comentado sobre su vida profesional y personal.

Aitana cumple trece años y Enrique nueve. En palabras de su padre, los dos son "muy buenos y divertidos". "De momento, la niña no ha entrado en la 'aborrescencia' y esperemos que tarde", dice en tono de humor. En cuanto a quién de los dos es "más estricto", Kike asegura que él lo es mucho más que su pareja, Carlos Marrero, ya que tiene "la vena de la competición más alta" de cuando era jinete olímpico y se considera "muy disciplinado y exigente". De esa etapa de su vida que dejó en 2004 recuerda que fue "larga y bonita". Tras cerrarla llegaron los hoteles y pasó "de una obsesión a otra".

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