"Estoy luchando. Gracias por todo el apoyo". Estas han sido las últimas palabras que Jorge Martín ha compartido desde el hospital tres días después de su grave accidente. El motorista sufrió el pasado domingo 13 de abril una importante caída en la novena vuelta del circuito de Qatar, una competición que retomaba tras dos caídas en pretemporada que le hicieron pasar por quirófano.

En esta última, el madrileño, que tiene 28 años, preocupó a sus familiares, compañeros y público que estaba pendiente de la carrera al quedar tumbado sobre la pista, incapaz de levantarse durante más de dos minutos pese a la rápida asistencia de los médicos. El doctor Ángel Charte, jefe médico del Mundial, decía poco después que Jorge estuvo consciente en todo momento y descartó afectaciones en las extremidades. El piloto fue trasladado en helicóptero medicalizado al hospital general Hamad de Doha para hacerse pruebas y poder determinar el alcance definitivo de las nuevas lesiones. Finalmente le diagnosticaron la fractura de ocho costillas del lado derecho del tórax y tres en los arcos laterales.

María Monfort, novia de Jorge, fue una de las primeras en pronunciarse a través de las redes cuando todo ocurrió. Para tranquilizar a los seguidores del piloto, la influencer explicó que no tenía pinta de ser una situación fácil. "Pero tampoco queda otra que seguir adelante como buenamente se pueda y levantarse tantas veces como haga falta. Gracias, gracias y gracias de nuevo", dijo en aquel momento.

Ahora Monfort pasa la mayor parte del tiempo en el hospital junto a Jorge, tal y como ha mostrado en su cuenta de Instagram. Además, se ha sincerado con sus seguidores explicando que es "increíble" la cantidad de mensajes que está recibiendo interesándose por la situación del piloto y por ella, que tampoco se encuentra en un momento fácil. "Gracias. El tiempo en el hospital estoy a otras cosas. No nos dejan pasar la noche en el hospital, no se puede. Gracias a Dios mi familia estaba en Qatar y se quedaban parte de la semana", ha comentado.

En cuanto llego al hotel me voy con mi familia a cenar y a hacer cosas y me distraigo muchísimo. Es una situación que no se la deseo a nadie, pero creo que la actitud con la que me lo estoy tomando, el no pensar muy a largo plazo, ayuda. Cada día vamos a hacer lo que podamos y ya está. Esa actitud está haciendo que todo sea más liviano y la cabeza no juegue malas pasadas", ha explicado sobre cómo lo está viviendo.

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