Tamara Falcó ha roto su silencio. La hija de Isabel Preysler ha atendido a los medios que aguardaban su llegada en el Teatro Real de Madrid y se ha sincerado como nunca, confirmando su separación de Íñigo Onieva. "Como esto sea verdad, se acaba la relación", contaba que le dijo al que era su prometido hasta la fecha. Cómo ha desentramado la mentira mantenida de Onieva, que quiere alguien a su lado con los mismos valores que ella, y que para los cuernos es "cuadriculada", son datos que también detallaba en las tan explosivas como esperadas declaraciones. Hasta ha tenido tiempo y ganas para el humor negro, cuando ha concluido: "Creo que mi madre fue quien filtró los vídeos".

Poco antes, había entrado en directo en ‘Sálvame’ para hablar con Jorge Javier Vázquez tras el comunicado de Íñigo Onieva en el que admitía su infidelidad. El presentador del magazine ha llamado a Susana Uribarri, la representante de la aristócrata, cuando estaban en el coche de camino a un evento en el Palacio Real, donde hacía su esperada reaparición tras la polémica. Y la marquesa de Griñón no solo ha atendido la llamada, sino que también daba las gracias al programa por abrirle los ojos antes de celebrar su boda.

"Yo soy muy creyente, y creo que todo pasa algo. Pero quiero pediros perdón, porque durante mucho tiempo no os he creído, y quiero agradeceros la labor de investigación que habéis hecho porque si no, no me habría enterado nunca", han sido las primeras e impactantes palabras de la socialité, que ha confesado que no ha podido ver estos días todos los programas porque la situación es bastante “complicada”.

“Aún estoy un poquito en estado de shock, pero en cuanto vi el segundo vídeo... ahí cambió todo", ha desvelado Tamara cuando se dio cuenta de que Íñigo le había sido infiel y le había mentido respecto a cuándo habían sido grabadas de estas imágenes. “Estoy muy contenta de que todo haya salido ahora, la verdad. Yo entiendo el amor de una forma un poco distinta. Yo quiero a alguien que tenga los mismos valores que yo, y que me trate con respeto”, comentaba bastante serena.

En esta llamada telefónica, Falcó se ha mostrado bastante optimista, y es que no ha llegado a formalizar su relación con el ingeniero, que le “negaba todo, evidentemente”. "He confiado en él hasta que la evidencia era aplastante. Pero no me arrepiento. Haría todo exactamente igual", reflexionaba Tamara ante las preguntas del presentador. "Confío en Dios, y sé que todo esto ha pasado por algo. Todo solo puede ir para bien".

A su llegada al Palacio Real, Tamara Falcó atendía a los compañeros que cubrían el evento y no se dejaba nada en el tintero. "Decidí apostar por mi exnovio hasta que realmente vi que era verdad. El Íñigo con el que yo me he prometido no tiene nada que ver con ese Íñigo", no reconoce al que ha sido su novio durante dos años en las imágenes filtradas. "Es difícil de creer, se dedicaba a la noche y todo eso, y yo siempre he creído que en una relación la libertad y la confianza es la base. Si a él le gustaba hacer esas cosas, yo no tenían problema con eso, pero con unos límites", aclaraba que ella no estaba al tanto de sus filtreos.

La marquesa de Griñón ha reconocido que, a pesar de que en un principio negó que esta grabación fuese actual, el viernes por la noche, tras la boda a la que acudieron de la mano, empezó a cambiar de versión. "Él me empezó a decir: ‘Bueno, puede que sea verdad’. Y le dije: ‘Que sepas que me da igual que hayan sido 6 segundos, como esto sea verdad se acaba la relación", no estaba dispuesta a perdonarle: "Para los cuernos soy muy cuadriculada".

Dicho y hecho. Tras confirmar que le había sido desleal y había mentido "a todo el mundo" sobre lo ocurrido, Falcó cortaba su relación y se marchaba a casa de su madre, quien está siendo su gran apoyo en estos complicados momentos: "Creo que ella fue quien filtró los vídeos", bromeaba antes de entrar al acto.