Si tuviésemos que hacer una lista de las parejas vips más estables del panorama nacional, sus nombres se situarían en las primeras posiciones. Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz forman el tándem perfecto y así lo han demostrado durante los 8 años que llevan de relación. “Hay que avivar la llama a diario. No dejar que se apodere de ti el ego”, desvela la presentadora el secreto de su éxito en una reciente entrevista con la revista ¡Hola!, donde recuerda a quienes no daban un duro por ellos cuando se casaron tras ocho meses de romance: “¡Ahora, todos calladitos!”.
“Dicen que hay que buscar una pareja a tu lado para envejecer juntos. A mí me gusta pensar que, mientras estás envejeciendo, te hace sentir joven. Yo con él me río mucho y lo pasamos bien”, confiesa en una reciente entrevista Pedroche, que está “felizmente casada” pero, como cualquier hijo de vecino, tiene sus más y sus menos con el chef: “Discutimos por chorradas: porque ha dejado la televisión encendida o el vaso en la encimera en vez de en el lavavajillas. Y él conmigo, porque hemos quedado a las dos y son y cuarto y sigo dándome el rímel...”.
Si hay algo que ha cambiado en ellos desde que sus miradas se cruzaran por primera vez hace casi una década en un showroom, esa es su manera de afrontar su vida personal y profesional: "Antes de conocerme, él estaba enfadado con el mundo. Era una persona superalegre y divertido fuera del trabajo, pero, según cruzaba la puerta de DiverXo, se amargaba”.
“Nada cumplía sus expectativas: las recetas, la vajilla…”, recuerda la colaboradora, que hizo entender a su marido que debía ser menos exigente consigo mismo. “Un día le pregunté: ‘¿En qué momento vas a ser feliz?’. Poco a poco he ido haciendo que valore un poco más su vida privada… y también que disfrute mucho más su trabajo”, ha ayudado al cocinero a ser menos duro consigo mismo.
Cristina y David, que acaban de dar pistoletazo de salida a Ravioxo, su nuevo local, han formado “equipo en todo”, no solo en lo sentimental. Aunque no se plantean “de momento” estrenarse en la paternidad, su “familia sigue aumentando, pero en número de restaurantes”.
Pedroche, que ha demostrado en más de una ocasión en público que lo suyo no son los fogones, se encarga de todo aquello que no tenga que ver con la cocina, aunque está siempre pendiente de las recetas del chef y le “hace caso en cosas” que le aconseja.