“Hola, amigos: quiero compartir con vosotros que soy trans, que mis pronombres son él/elle y que me llamo Elliot". La persona a la que en su día conocimos como Ellen Page ha vuelto a dar una lección de dignidad. Ya lo hizo en su día, con aquel discurso que, seis años atrás, marcó un hito en la industria del cine al ser de las primeras estrellas de Hollywood en declarar y abanderar su sexualidad. Un referente LGTBIQ+ que, ahora, se ha vuelto a reivindicar como tal al declarar públicamente cuál es su nueva identidad.
Son muchos los que han ayudado al protagonista de ‘Juno’, ‘Origen’ o ‘The Umbrella Academy’ a “amar” a su “auténtico yo”. "El coraje, la generosidad y el trabajo incesante" del colectivo han sido claves para que se decida a dar el paso. Pero si hay alguien que ha sido su hombro en el proceso ha sido Emma Portner, su mujer. Cuando vio a Elliot por primera vez en una película sintió que sus "caminos se cruzarían algún día, pero no sabía cómo". Y Page, tras ver un vídeo compartido en su Instagram de su ahora esposa, tuvo la misma sensación. "Supe de inmediato que nuestras almas creativas se entrelazarían en algo único", contó en su día.
La primera vez que les vimos juntos fue a través de un posado en redes, la confirmación vip de este tipo de cuestiones desde que Instagram es nuestro mundo. Al poco tiempo se fugaron juntos y, en 2018, decidieron dar el paso de casarse. Desde entonces, Elliot y Emma son uno de esos parejones que, con posar en un photocall de la mano, ya ponen su grano de arena a la lucha contra la tolerancia. Y ahora que él se ha declarado transexual, han dado un salto de gigante en este camino por la visibilización.
"Estoy tan orgullosa de ti, Elliot... Los trans, las personas queer y los no binarios son un regalo para este mundo", manifestaba públicamente a los pocos minutos de que Page diese la noticia. "También pido paciencia y privacidad pero que se unan a mí en el ferviente apoyo de la vida trans. La existencia de Elliot es un regalo en sí misma".
A pesar de que Elliot sea el más mediático de la relación (estuvo a punto de llevarse un Oscar por su papel en 'Juno'), la carrera de Emma Portner ya despuntaba antes de conocerse. Ambos se criaron en Ottawa, Candadá. En el caso de ella, su vocación siempre estuvo en la danza. Prueba de ello, su temprano ingreso en la escuela de ballet Canadá y Leeming DanceWorks, donde estuvo hasta casi cumplir la mayoría de edad. A eso de los 16 vio que lo suyo era la danza contemporánea, y para seguir con su formación se mudó a Nueva York para continuar estudiando en la Ailey School. Hasta que un vídeo le dio el prestigio mundial.
Se trataba de 'Dancing in the dark', un baile que arrasó en redes y que le permitió participar en conocidísimos videoclips y, posteriormente, montar su propia escuela, Emma Portner and Artists, de la que es directora, así como a ser maestra en el Broadway Dance Center o miembra de la Convención de Danza Peridance e Intrigue.