El divorcio de Enrique Ponce y Paloma Cuevas: de la separación temporal a la supuesta presencia de terceras personas

Tras 25 años de matrimonio, Enrique Ponce y Paloma Cuevas podrían haber puesto fin a su relación. La noticia de la ruptura llegaba el miércoles 30 de junio, a través de una exclusiva de la revista Semana, donde se contaba que ambos habían iniciado los trámites de su divorcio, pero que lo estarían realizando de la manera más cordial posible por el bien de sus hijas y por todo el cariño que se tienen después de haber convivido tantos años juntos. Fue llegada la tarde cuando los mismos protagonistas hablaban con su revista de cabecera, ¡Hola!, y confirmaban que su relación estaba pasando por una mala etapa, pero negaban que se hubiera iniciado el proceso legal, aclarando que únicamente se habían dado un tiempo a través de una separación temporal.

A pesar de que todavía no están muy claros los motivos que han llevado a la ruptura a uno de los matrimonios más sólidos del panorama social, hay algunos medios que indican que esto únicamente podría haber sido consecuencia del desgaste de la convivencia producida por tantos años de relación y que se habían mantenido unidos durante dos años más únicamente pensando en el bien de sus hijas: Paloma, de 12 años y Bianca, de 8. Además, el resto de la familia habrían estado en todo momento al corriente de esta crisis y se habrían mostrado muy disgustados por la situación, pero habrían asumido y apoyado la decisión que habían tomado ambos.

Beatriz Cortázar iba más allá y en el programa 'La mañana de Federico' señalaba que el torero podría haber conocido el año pasado a una joven de en torno a 20 años con la que se habría visto a escondidas de Paloma: “Hace meses hubo fotografías que no salieron a la luz. Esto es muy delicado, y por fuentes veraces del entorno me hablan de que sí hay terceras personas por parte de Enrique. No de Paloma. Con una relación que se remonta a enero-febrero el 2019 e incluso con un viaje a México de ambos. Estamos hablando supuestamente de una tercera persona, una chica muy joven de no más de veinte años”. La periodista también ha afirmado que este distanciamiento viene de mucho tiempo atrás y que la ruptura no es aún definitiva.

Si el divorcio se llevara a cabo la pareja tendría que llegar a un acuerdo sobre cómo hacer el reparto de sus diversas propiedades y empresas. Uno de los inmuebles más jugosos sería la finca Cetrina, donde la familia ha pasado el confinamiento y donde han festejado algunos de los eventos familiares más importantes. Situada en Navas de San Juan, este terreno tiene como entrada principal una puerta que simula a la Plaza de la Maestranza de Sevilla. En su interior varias dependencias entre las que se encuentran: una casa y un patio al estilo andaluz, una bodega, una capilla y unas espectaculares vistas a la Cañada de los Yeros, según apunta Vanitatis. Además, el matrimonio contaría también con un chalé en la urbanización de Pozuelo de Alarcón, La Finca. Una parcela con más de 3500 metros cuadrados que obtuvieron como regalo de Victorino Valencia, el padre de Paloma. Allí ambos habrían construido una casa de más de 600 metros.

Más allá de propiedades inmobiliarias, a lo largo de estos años el maestro ha invertido en otros negocios y contaría con varias empresas dedicadas a la producción de aceites o a la gestión de alquileres, según cuenta la misma publicación, siendo también propietario de varios locales en distintas ubicaciones en los que se albergarían negocios variados como una discoteca o un supermercado. Por su parte, la exmodelo tendría abierta en la actualidad una tienda dedicada al mobiliario infantil de calidad, que estaría situada en el barrio madrileño de Salamanca.