Georgina vio como su suegra, (y amiga) Dolores, no pudo aguantar los nervios y se había echado hacia atrás, así que cuando Cristiano metió… ¡tuvo que darle unas palmaditas para avisarla de lo que había pasado! Tras la simpática reacción de Georgina, los tres comenzaron a aplaudir y festejar el gol que daba la victoria al Real Madrid.
Atrás quedaron ya los rumores de la supuesta relación tensa que mantenían Georgina y Dolores Aveiro. Suegra y nuera ya se siguen en Instagram, dan paseítos matutinos con los bebés, van a ver juntas los partidos, se dan familiares y naturales manotazos… ¿qué será los siguiente?