Maribel Verdú aceptaba el reto de Jesús Calleja y se convertía en una de las invitadas de lujo de la nueva temporada de su programa, que puedes disfrutar antes de su emisión en Mitele Plus. La intérprete se embarcaba junto al explorador en una aventura que les llevó hasta Santo Tomás y Príncipe, África, donde ha reflexionado acerca de algunos aspectos de su vida privada. Su lucha por conseguir una igualdad en la industria donde trabaja y el acoso que ha sufrido en la misma, sus peores momentos durante este último año marcado por el coronavirus y su experiencia con la enfermedad, sus mayores miedos o la promesa que se hizo con Pedro Larrañaga, con quien lleva 21 años casada, para mantener viva la llama de su relación.
La actriz de ‘El laberinto del Fauno’ comentaba al presentador que conoció al amor de su vida gracias a su cuñado, Luis Merlos, que hizo el papel de celestino. “Estaba haciendo ‘Canguros’ con él y estaba leyendo un guion donde había muchos personajes. Me enamoré de la pelirroja y le dije que quería hacerlo. Me contrataron, lo hice y me enamoré”, resumía muy brevemente cómo habían transcurrido las cosas. “Date cuenta que mi vida es muy poco convencional. Yo siempre supe que tenía parejas con las que iba a tener un fin porque querían tener hijos y yo no, estoy todo el día de aquí para allá y es muy complicado”, explicaba a Calleja lo complicado que era para ella encontrar pareja al no estar dispuesta a tener hijos.
Una vez que su relación con Pedro se afianzó, firmó un trato no escrito con él para evitar que su historia de amor se fuese al traste. “Nosotros tenemos un pacto, nunca estamos más de 15 días sin vernos. Cada 15 días, él viene a donde estoy yo y estamos juntos un tiempo. En 21 años, nunca nos hemos separado más de 15 días”, explicaba con una sonrisa en la cara que delataba lo enamorada que sigue de este productor teatral. "Es la persona que hace que la vida sea mejor, más fácil, más divertida y más de verdad. Es mi marido, mi cómplice, mi mejor amigo, mi amante”, añadía.
Maribel y el hijo de Maria Luisa Merlo iniciaron su noviazgo en marzo de 1999. En septiembre de ese mismo año tenían claro que estaban hechos el uno para el otro y sorprendieron a la prensa con su boda. Una íntima ceremonia que reunió a poco más de 100 invitados en la popular urbanización de ‘La Moraleja’ en Madrid. Ella posó sonriente ante los fotógrafos allí presentes con un sencillo vestido blanco y él con un traje de chaqueta en tonos azules. “Es quererte, desearte, reírte con esa persona, no faltarte nunca el respeto y, fundamentalmente, admirar y no entrar en competiciones”, revelaba la interprete el secreto de tener una relación tan sana como la suya.