Pablo Iglesias anunciaba públicamente este martes 4 de mayo su decisión de abandonar la política activa. “Dejo todos mis cargos. Dejo la política, entendida como política de partido e institucional”, comunicaba con el semblante serio tras los resultados de las elecciones a la Comunidad de Madrid, que han deparado un clamoroso triunfo de la derecha. El candidato de Unidas Podemos ha logrado mejorar los resultados que obtuvo su partido hace dos años, pero no estaba a dispuesto a ser “un tapón para una renovación de liderazgos que se tiene que producir” en la formación morada. Uno de los discursos más difíciles para el líder de Unidas Podemos que concluía con el aplauso y el calor de sus compañeros de partido, que salían junto a él para acompañarle y arroparle en ese momento.
Entre ellos, su mujer, Irene Montero, que al finalizar le daba un efusivo abrazo para arroparle en una de sus noches más complicadas. “No olvidamos quienes somos, de dónde venimos y por qué estamos aquí. Gracias Pablo Iglesias. Seguimos”, agradecía la ministra de Igualdad la labor de su pareja en la formación morada a través de un tweet. Misma red social en la que ensalzaban su paso por la política otros de los miembros de su partido como Yolanda Díaz, vicepresidenta Tercera del Gobierno de España y Ministra de Trabajo y Economía Social, a quien dejaba camino libre en el liderazgo de su partido. “Pablo, hace ya muchos años que te dije que estabas cambiando la historia de este país. Ha sido y es un orgullo estar a tu lado. Grazas, meu amigo. Quérote”.
Muchas son las historias de amor que han surgido dentro de la política: Gabriel Rufian y Marta Pagola, Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio o Inés Arrimadas y Xavier Cimas. Pero pocas han suscitado un interés tan grande tanto dentro como fuera de la esfera política como la formada por Pablo Iglesias e Irene Montero. En Divinity hemos echado la vista atrás y hemos querido repasar toda la historia de amor del actual Vicepresidente segundo del Gobierno con la Ministra de Igualdad.
Antes de encontrar la estabilidad con Irene, Pablo mantuvo una relación de tres años con otra política, Tania Sánchez, a la que conoció cuando trabajaba como asesor externo de campaña de su partido, Izquierda Unida. "Un día quedamos para ir a cenar, otro para ir al teatro... y poco a poco, hasta hoy", relataba ella, y reconocía que “la lealtad y responsabilidad a la hora de trabajar” del líder de la formación morada era lo que más le había enamorado.
Tras varios meses de relación, su incorporación en Podemos y una lucha constante por desvincular su mensaje político de la figura de su novio, Tania confirmaba en 2015 a través de su Facebook personales los rumores de separación. “Escribimos esto para evitar rumores malintencionados y os pedimos respeto: los asuntos personales no deberían ser objeto de debate público, aunque los protagonicen personas públicas”, advertía antes de anunciar: “Ya no somos pareja”.
A pesar de dejar claro en el comunicado que seguían queriéndose y respetándose, Tania y Pablo empezaron entonces a distanciarse también en el ámbito político. Dos años después de su separación, en 2017, Sánchez se posicionaba al lado de Errejón en la guerra por el liderazgo del partido y tras la victoria de Pablo en Vistalegre II, era reubicada por él en el gallinero del Hemiciclo. En esta reeleción del candidato, aparecía en escena Irene Montero, que poco a poco se iba convirtiendo en un gran apoyo para el político dentro de la formación y no dudaba en celebrar efusivamente con él la victoria con un abrazo que copó todas las portadas de los periódicos nacionales.
Estos gestos cómplices y los múltiples rumores existentes en el círculo de Podemos hicieron saltar las alarmas de si el político había rehecho su vida sentimental con la madrileña. Unas sospechas que se confirmaron tan solo dos días después de la celebración de esta asamblea. Ambos eran pillados por los fotógrafos besándose y compartiendo gestos cariñosos en la barra de un bar de Madrid. Tras ser preguntada por estas imágenes, Irene dejaba claro que quería mantener su relación sentimental en un segundo plano. “De mi vida privada nunca he hablado ni lo voy a hacer ahora", respondía a los medios que le llamaban para confirmar la noticia.
Sin esconderse pero sin dar ningún tipo de declaración sobre sus vidas personales, Irene y Pablo continúaban conociéndose y conviviendo en un piso situado en la localidad madrileña de Rivas Vaciamadrid. La actual ministra decidió entonces no entrar en declaraciones sobre su vida personal, excepto en contadas ocasiones, como cuando es entrevistada por la revista Vogue. «Pablo es un hombre de corazón inmenso, de ideas claras y que disfruta de conocer, saber y aprender, además de una persona profundamente sensible”, decía de su pareja en dicha publicación, en la que justificaba el origen de su historia de amor, "en política mucha gente pasa muchas horas juntos y terminan siendo grandes amigos o pareja”.
Los rumores de crisis entre la pareja no tardaban en llegar. La relación entre el entonces secretario general de Podemos y la portavoz del mismo se ponía en entredicho. Periodistas como Alfonso Ussia apuntaban a una tercera persona como motivo de este distanciamiento. Algunos señalaban cómo culpable a la presentadora Paula Vázquez, que se había convertido en una férrea defensora del partido en sus redes sociales. El entorno de Iglesias y Montero cerraba filas y se mantenían callados. “No vamos a decir ni una palabra”, respondía Irene cuando era preguntada por la prensa.
La pareja zanja todos los rumores en 2018 con el anuncio de una de las noticias más importantes de su vida, Irene se queda embarazada de mellizos. "Pablo y yo hemos emprendido un camino que en los próximos meses revolverá nuestras emociones, transformará mi cuerpo y llenará nuestras vidas de belleza y algunas noches sin dormir. Estoy embarazada de casi 13 semanas, y dentro de mí crecen dos criaturas que, si todo va bien, nacerán entre septiembre y octubre", adelantaba Montero en un comunicado.
La ministra se convertiría junto a Pablo en padres primerizos de Leo y Manuel mucho antes de lo que se esperaban, ya que nacían con tan solo 28 semanas de gestación. «Todo ha sido posible gracias a un equipo de profesionales de la sanidad pública además del cariño y apoyo de nuestra gente», agradecía Iglesias a los médicos el buen estado de salud de sus hijos. Ambos disfrutaban de su paternidad mientras se convertían en objeto de críticas tras comprarse juntos un chalé en Galapagar, valorado en más de 600 mil euros.
Tan solo un año después, Montero anunciaba en sus redes que iban a dar un hermano a los pequeños. La pareja se convirtió en familia numerosa con el nacimiento de una niña. "Hoy ha nacido Aitana. Ha llegado antes de tiempo como es costumbre en la familia, pero por suerte y gracias a la vigilancia sanitaria, ha sido mucho menos impugna que sus hermanos", escribía el líder de Unidas Podemos en su página de Facebook para dar la noticia.
Una nuevos rumores de crisis salen a la luz este mismo año. Irene enferma de coronavirus y, en una de sus declaraciones, decide poner fin a estos comentarios tras decir que está deseando recuperarse y que pase el confinamiento "para acudir al teatro con su pareja". Además habla de la suerte que tiene al estar al lado alguien que no duda en repartirse todas las obligaciones. "Yo soy una privilegiada en algunos aspectos, y comparto las tareas con mi pareja. Cuando repartes tareas es todo mucho más fácil y más cuando tienes tres bebés y una es lactante, vamos haciéndolo como podemos", afirmaba en una intervención en Sálvame.