Doce meses. Ese es el tiempo que ha pasado desde que se hizo oficial la separación entre Almudena Cid y Christian Gálvez tras más de una década de matrimonio. Al hacerse pública la noticia, ambos tomaron caminos opuestos. Mientras el presentador, que nunca se pronunció sobre su ruptura, abría un ilusionante capítulo vital junto a Patricia Pardo, de la que continúa enamorado, la gimnasta fue haciéndonos partícipes del complicado proceso de asimilación que estaba atravesando en esta nueva etapa de soltera.
Por respeto a su matrimonio, la deportista de élite nunca fue explícita sobre qué provocó el final de esta intensa historia de amor. Y ha sido ahora, en su reaparición como embajadora de la campaña '15 años más cerca' con la que Ausonia celebra sus 15 años apoyando a la Asociación Española Contra el Cáncer, cuando se ha sincerado para manifestar que ha logrado pasar página.
"Le perdono", ha reconocido con honestidad en unas declaraciones para los compañeros de ¡Hola! En este acto en el que también han participado Chenoa, Marta Sánchez, Terelu Campos o Ana Locking, Almudena ha asumido que "todo son procesos" y que, para superar rupturas como la suya, "hay que dejar aire y oxígeno y poner la atención en ti" para poder avanzar.
Tal y como ha explicado en este encuentro con los medios, cuando dio el paso de separarse lo primero que sintió fue una sensación de "inhibición", de "no saber qué pasa". Después, cuando "empieza a entrar el sonido", "no sabes qué hacer con los estímulos, no entiendes lo que pasa". Ahora, después de un tiempo en el que lo ha ido poniendo todo "en perspectiva" y ha conseguido "entender cosas que antes no", ve lo pasado "como alguien que lo observa desde fuera".
Almudena Cid, que está escribiendo un libro en el que narra este difícil proceso en el que asegura haber convivido con la "devastación", está feliz de haber sido capaz de desprenderse "peso material y de personas". Eso sí, después de trabajarse interiormente, lo que tiene claro es que, aunque "dejará de ser un problema" lo que ha vivido, "no dejará de doler porque lo que ha pasado duele".
Con ganas renovadas, la que cuenta con el mérito de ser la única gimnasta rítmica que ha disputado cuatro finales olímpicas está centrada en su faceta como escritora. Una exitosa faceta en la que se estrenó tras abandonar su carrera deportiva de la que está disfrutando en este loft de diseño en el que inició este duelo que le ha permitido dar un salto de gigante en lo personal.