Elena Tablada decidió publicar este martes un pantallazo de una petición de amistad que le acababa de llegar a su cuenta de Instagram. El perfil, bajo el nombre de "Sanar tras un narcisista", intentaba agregar a la diseñadora de joyas, que habría aprovechado la oportunidad para mandar una indirecta a su ex. “Eh, esto ya es mucho. ¿Cómo puede ser que comience a seguirme esta cuenta? ¿Me lo ha mandado el universo directo a para mí o es el algoritmo?”, se preguntaba sorprendida. “Pero, ¿qué me estás contando?”, añadía.
Unas declaraciones que habrían cabreado a Javier Ungría, de quien se separaba cuatro años después de casarse, que publicaba el siguiente texto tras las palabras de su ex y madre de su hija. “Muy integrado con esta nueva vertiente de gente supuestamente ‘zen’ que curiosamente solo se preocupa por tocar los cojones a los demás”, escribía notablemente molesto. “¿Zen o no zen? Esa es la cuestión”, lanzaba esta reflexión que parecía tener una clara destinataria.
Javier Ungría siempre ha reiterado que no quiere batallas y mucho menos enfrentarse a Elena, con quien quiere que reine la cordialidad por el bien de Camila, su hija. "Lo que diga ella está bien dicho. No me hace nada de daño. Yo estoy fenomenal y la vida hay que tomársela con humor, ¿vale? Eso es importante", ha intentado siempre no avivar la guerra el empresario, que ha intentado no mantenerse durante este tiempo en un segundo plano. Él desea que reine la paz, pero ¿cambiará de decisión por la actitud de su exmujer? Habrá que esperar.
En una charla con Carla De Herrera, Elena Tablada explicaba recientemente que desde que se separó está aprendiendo a ponerse "por delante". "Primero voy yo, luego mis hijas y luego el resto del mundo", explicaba sus prioridades. Una de las cosas que le ha enseñado la vida durante estos últimos meses es que "lo mejor" para sus hijas ha sido que su matrimonio "se rompiese". "Ahora he vuelto a estar para mis hijas al 100%, que es lo que ellas necesitan", contaba a través de un directo en Instagram.
También se ha percatado de que no necesita "a nadie" a su lado para encontrar la felicidad, algo que agradece a Dios. Y es que la diseñadora admite que el hecho de "tener fe" le ha facilitado el "superar cualquier situación" que le ponga la vida. "Yo sé que estoy protegida y pedir a Dios me da paz. Las cosas que te quitan paz te salen demasiado caras. Dios destruye tus planes antes de que ellos te destruyan a ti", ha contado sobre su situación personal.
A raíz de su ruptura amorosa, la diseñadora, que ha tenido que aprender a soltar, está convencida de que las próximas generaciones no tendrán ese "compromiso de por vida" con sus parejas. "Creo que cuando mi hija pequeña crezca, ese compromiso no va a existir. Tenemos tanto acceso a todo, que el acceso nos lleva a comparar y eso hace que no valoremos lo que tenemos. La única manera es que nos valoremos nosotros", compartía su punto de vista la ex de Bisbal.