Alfred no está solo: otros famosos a los que hemos visto llorar desconsoladamente
Carlos Otero
05/12/201816:03 h.Las lágrimas de Alfred García se han convertido en la imagen de los últimos días. Las lágrimas del cantautor catalán en el momento en el que Amaia, según Lecturas, le dejaba definitivamente e insistía en su decisión, ha encogido el corazón a los más sensibles. Bien es cierto que el autor del reportaje, Enric Ballón, nos dijo que Amaia también había llorado. Sea como fuere, es cierto que la imagen de un hombre embargado por las lágrimas sigue sorprendiendo, aunque el archivo del corazón nos devuelve las imágenes de otros hombres envueltos en llanto.
Hasta los más duros se rompen. Miren si no a Rafa Mora y Suso Álvarez. El extronista y el finalista de GH VIP no han tenido inconveniente en dejar surcar las lágrimas por sus rostros cuando el amor les ha roto el corazón. El primero lo hizo en su época de tronista, mientras que el llanto del catalán lo hemos visto recientemente: cuando su novia Aurah abandonó la casa de Guadalix.
El precursor en esto de quitar el complejo del hombre que llora fue David Bustamante. Ya en sus tiempos como concursante de Operación Triunfo dejó claro que era un chico de sensibilidad a flor de piel. A lo largo de los últimos veinte años hemos visto en varias ocasiones cómo esa naturaleza llorona sigue presente.
Los futbolistas, ahí donde los ven, son unos llorones de cuidado. La emoción que viven sobre el terreno de juego acaba en más de una ocasión en lágrimas y no resulta raro verles envueltos en lágrimas cuando pierden algún partido importante.
Los influencers también lloran. Risto Mejide consiguió mostrar la imagen más sensible de ElRubius. En una entrevista del famoso youtuber con el publicista catalán el icono de los ‘gamers’ no pudo contener la emoción: confesó haber pasado por una de las peores etapas de su vida por culpa de la fama y la legión de seguidores que le persiguen por la red y en la vida real.
Miren estas imágenes de Pelayo Díaz llorando como una magadalena. A pesar de que les guste transmitir una imagen fría y tengan pocos escrúpulos, los que van de duros se rompen a la mínima.
Las lágrimas también ayudan a algunos políticos a arañar un buen puñado de votos. En los últimos meses hemos podido ver a Pablo Iglesias llorando en un Pleno del Congreso por unas torturas policiales de ‘Billy el Niño’ a Xavier Domenech hecho un baby mocosete por la paralización del procés o el mismísimo Pedro Sánchez cuando entregó su acta de diputado.