Julio José Iglesias y Charisse Verhaert ya tienen en su poder el documento que acredita que están divorciados. El 3 de agosto de 2020 la expareja presentaba la demanda de divorcio en los juzgados de Miami Dade tras ocho años de matrimonio y casi dieciséis de relación, siendo el pasado 16 de noviembre cuando el juez daba por cerrado un caso que prometía ser complicado por las peticiones de la belga. La buena disposición de ambas partes, sin embargo, permitía llegar a un acuerdo que mantendrán en secreto gracias a la firma de un contrato de confidencialidad que blindará los términos acordados. En este contexto, el hijo de ‘la reina de corazones’ ha hablado por primera vez sobre el fin de su historia de amor.
“A nosotros lo que nos separó fue la distancia. En realidad, no hemos tenido mucha convivencia”, explicaba el motivo principal de su divorcio a la revista ¡Hola!. “Los últimos cinco años, Charisse ha estado mucho en Bélgica, con su madre, y yo viajando por mi trabajo. La separación física ha perjudicado nuestra relación. Y el amor, en vez de ir para arriba, ha ido para abajo. Llegó un punto en que nos dimos cuenta de que éramos más amigos que pareja. Cuando eso ocurre, puedes hacer dos cosas: seguir como estás o dar un paso adelante”, se sinceraba Julio José, que se sentó a hablar por aquel entonces con su mujer para abordar como matrimonio sus problemas.
“Notábamos que las cosas no iban bien y las encaramos. No negaré que fue una charla difícil, en la que fuimos completamente sinceros. Entonces, nos dimos cuenta de que lo mejor para ambos era separarnos. Si queríamos ser felices, no podíamos seguir juntos”, era consciente el cantante, que se percató de que la distancia se había cargado el amor de pareja y “la pasión”. Entre ambos únicamente quedaba “el cariño y la amistad” que hoy en día conservan: “Mi relación con Charisse, hoy en día, es fantástica. Así que para los dos el hecho de estar divorciados no significó más que un puro trámite. Lógicamente, lo que cambia, es que somos libres, pero, de verdad, no sentí nada especial”.
El hijo de Julio Iglesias e Isabel Preysler, en la actualidad, está iniciando una “etapa diferente en la que tengo muchos momentos tristes, de soledad”, pero con el respaldo de su mediática familia, que le han hecho saber “que no pasa nada, que no se acaba el mundo” y que lo primordial es que siga manteniendo el cariño y el respeto por Charisse, que pudo no ponérselo fácil durante el proceso de divorcio.
La modelo exigió en este complicado proceso un reparto equitativo de los bienes, una pensión compensatoria, un uso exclusivo de la mansión familiar e incluso la custodia de su perra. Según se contemplaba en la demanda, la maniquí rehusó la posibilidad de desarrollar su trabajo para dedicarse por entero a su marido y su hogar. “Eso fue una cosa de los abogados, que suelen hacer este tipo de peticiones en los procesos de divorcio. Te aseguro que somos amigos y jamás ha existido problema alguno en cuanto al reparto de bienes”, aclara ahora el cantante, que se sintió molesto cuando lo recogieron los medios porque no se correspondía con su realidad.