Más de una veintena de parejas vip han puesto punto y final a sus relaciones desde que, hace poco más de un año, estallara la pandemia. Algunas rupturas han sido tan sonadas e inesperadas que aún retumban con fuerza en la crónica social. Enrique Ponce y Paloma Cuevas, Manuel Martos y Amelia Bono, Iker Casillas y Sara Carbonero, Ramón García y Patricia Cerezo o Santiago Cañizares y Mayte García son solo una pequeña muestra de celebrities que ya hacen vidas por separado. Los últimos en añadirse en esta fatídica lista, después de cuatro años de relación, han sido Raquel Revuelta y Luis García.
“Sí, hemos decidido dejarlo de mutuo acuerdo, pero no voy a hacer ninguna declaración por respeto a él, que siempre ha sido una persona anónima”, ha confirmado la modelo a la revista Semana cuando se han puesto en contacto para contrastar la noticia. “Estoy muy agradecida por vuestro interés, pero os ruego que respetéis mi silencio”, zanjaba el asunto con la intención de no explicar los motivos ni entrar a más detalles por la intimidad del empresario, con el que empezó en verano de 2017 tras romper con el torero Raúl Gracia El Tato.
La distancia física habría sido el principal desencadenante de esta ruptura, según ha señalado en su web la cabecera. Ella reside en Sevilla con sus hijos -Claudia, de 24 años, Miguel Ángel, de 22 y Nicolás, de 18- y él vive en la capital. Pese a que intentaban viajar con frecuencia a ambas ciudades para pasar juntos el máximo tiempo posible, el último año y medio desplazarse ha sido mucho más complicado por la crisis sanitaria. Esta delicada situación ha ido desgastando la relación hasta el punto de llegar a la conclusión de que lo mejor era separar sus caminos e iniciar una nueva etapa por separado.
Abril fue el mes en el que Raquel posó por última vez con Luis. Lo hizo aprovechando el Día Internacional del Beso y, por aquel entonces, parecían mantener viva la llama. “¡Ojalá vuelvan pronto! Cuánto se echan de menos… cuánto sanan… cuánto cuentan… ¡Cuánto me gusta estamparlo en tus mofletes!”, exclamaba en un post junto una imagen en la que aparecía besando tiernamente su mejilla. Ahora estos gestos cómplices pertenecen al pasado. La historia de amor de Raquel y Luis ya es historia del papel couché.