Una vez terminaron de comer, Sara e Iker dieron un paseo por Oporto junto a sus hijos Martín y Lucas que, en hombros de papá Casillas, fueron fotografiados por su madre en blanco y negro, con un emoticono de un trébol de la suerte.
Para terminar, la familia se acercó a la orilla del mar para, los cuatro juntos, ver un atardecer que, justo ese día, ponía el cielo rosa y azul.