Victoria Federica y el torero Gonzalo Caballero, íntimo amigo de su hermano Froilán, llevan meses dando que hablar por el hecho de que su relación fuera más allá de la amistad. El pasado octubre llegó a nosotros, por fin, una foto de ambos abrazados, que sellaba un "domingo insuperable", como escribió en sus redes Gonzalo. Hipódromo por la mañana, partido del Atlético de Madrid por la tarde, y más planes que compartió con Victoria Federica.
Hoy llegaba a los quioskos una foto que la revista Semana lleva en portada y que pilla a la pareja, ajenos al objetivo del paparazzi, dándose un beso. La imagen llega casi siete meses después de la más importante hasta el momento para la historia de la pareja, una foto tras el tendido en la que había mucho amor.
La hija de la infanta Elena y Marichalar, que comparte aficiones con Gonzalo, también compartió sufrimientos por él tras su leve cogida en la plaza de toros de Chinchón, en la corrida de final de temporada. Unos momentos que ella vivió, como es natural, con gran tensión y manos entrelazadas con él.
La imagen que hizo saltar todas las alarmas fue aquella en la que, apoyados en el tendido de la plaza de toros de Lora del Río, en Sevilla, se miraban con mirada cómplice y sonriendo con mucha complicidad. "Gran mañana de tentadero! Talisman", escribió entonces el torero junto a la imagen. Esta imagen fue la inició los rumores que convertían a Gonzalo en algo más que un amigo para la hija de Elena y Jaime de Marichalar.
Gonzalo Caballero, aunque iba para futbolista, a los 16 recién cumplidos comenzó en la Escuela de Tauromaquia de Madrid, donde tras cuatro años de formación de convirtió en maestro. Es más que habitual ver al torero acompañado por el hijo de la infanta Elena de Borbón en la calle, en el ruedo y hasta en los eventos solidarios. Siempre con palabras de amistad y cercanía, es para él como un "hermano".