¿Ana Boyer con Fernando Verdasco? ¡Habemus digna ‘sucesora Preysler’!
divinity.es
02/10/201313:53 h.Habemus sucesora. El tiempo va pasando y toda cabecera de reinas de corazones necesita dignas herederas. Pero no puede ser cualquiera. Tienen que tener reminiscencias genéticas (tipazo, cutis y pelo impecables), irradiar al menos las mismas dosis de glamour natural (ese pantaloncito es más difícil de llevar de lo que parece) y añadir un plus de frescura. Además de aportar algo particularmente suyo, un toque. Puede ser algo intelectual que venga de su padre ex ministro, como una carrera en derecho.
Ana Boyer esta 'on fire'. Y la revista que erigió a su madre en un referente de estilo de vida tiene mucha responsabilidad en ello. Se intentó con Tamara Falcó, la preferida de las redes sociales, pero la hija del Marqués de Griñón no acabó de cuajar.
Quizás tuvo que ver su creciente misticismo religioso, que está muy bien como orden vital para una chica de buena familia, pero no va tan bien para protagonizar reportajes de romances, bodas, bautizos y comuniones. Puede que quizás tampoco haya ayudado su salto (y tropiezo) a la televisión de mano de algo tan de masas como un reality.
Pero el giro de Ana hacia un deportista de élite como Verdasco ha sido una verdadera sorpresa. Se trata de tenista guapo, un modelo de marca de ropa interior internacional, hijo de empresarios hosteleros y asiduo de fiestas ibicencas. Si a ella ella se le conoce un novio formal, Diego Osorio, a Verdasco ha sido relacionado con muchas actrices (Dafne Fernández, etc) y compañeras de raqueta.
Su última novia y una de las más formales (se le ha visto comer con su familia en varias ocasiones), ha sido la modelo hawaiana de 26 años Jarah Mariano, una de las más cotizadas de Estados Unidos y con genes coreanos y chinos. Parece que a Verdasco le tira el ADN mixto y exótico. No se sabe cuándo ha roto Verdasco con ella, pero la última vez que se les vio juntos fue a finales de marzo.
La estrategia está servida, pero tiene pinta de que no es la única familia de corazones que se verá inmersa en el relevo generacional. Le está pasando a Nati Abascal con sus altísimos hijos Medina (el rizo rizado vino cuando se relacionó a Tamara con uno de ellos) o, salvando las distancias, Cari Lapique y sus hijas rubias.
Los Rivera aún tienen recorrido de hitos vitales (la última boda de Fran y Lourdes Montes fue un súper ventas), pero hasta en ese clan se vislumbra a la figura de Tana, apenas una adolescente, como clara heredera de su abuela Carmina en su época de plenitud.