La confirmación del posado oficial llegaba por la mañana. Según los responsables de comunicación de la Clínica Ruber Internacional, había que esperar a que Iker saliese del entrenamiento con el Real Madrid, llegase a Mirasierra (un barrio acomodado al norte de Madrid) y ayudase a recoger los enseres de la mamá y el pequeño. La expectación era máxima y decenas de medios esperaban en la puerta.
El portero blanco llegó sobre las tres al hospital, un poco después de la hora prevista, y las docenas de fotógrafos y reporteros que esperaban cogían sus teléfonos para llamar a sus redacciones con las novedades: "Ha entrado directo, rodeado de un equipo de seguridad enorme. Esto está a tope", nos contaba nuestra redactora en directo.
Una hora después, la pareja salía tímidamente a la entrada del hospital durante unos minutos. "Gracias", respondía sonriendo una Sara Carbonero algo abrumada a las felicitaciones de los periodistas. "Muchas gracias por todo", añadía Casillas. Mientras, el personal y algunos pacientes se asomaban a los balcones del edificio para contemplar de primera mano el momento.
En esta ocasión tampoco hemos podido ver los rasgos del pequeño. Lo que sí ha llamado la atención es la toquilla beige con la mamá Carbonero ha abrigado a Martín en su primera salida al aire libre. Los padres, fieles a su perfil discreto, han elegido un look discreto y casual: ambos con jeans y abrigos negros.
Después de saludar, Sara ha querido dejar constancia de su felicidad besando el rostro del bebé, momento en el que la nube de fotógrafos ha intensificado los disparos.
A los pocos minutos, la pareja ha puesto rumbo a su casa en la lujosa y exclusiva urbanización de La Finca, a las afueras de la capital. El propio Iker conducía el coche, un Audi, en el que iba la nueva familia al completo.
Aquí puedes ver todas las fotos del momento: