Después de su último acto de vandalismo, Justin Bieber, no ha tenido la suerte de otras ocasiones en las que había tenido problemas con la ley: esta vez, las autoridades de Miami lo detuvieron por protagonizar una carrera de coches ilegal. Pero estos actos parecen no importar a los fans, algunos se congregaron a la salida de la cárcel, donde el joven estaba detenido, para pedir su puesta en libertad. Una libertad que llegó después de unas horas: Bieber tuvo que pagar una fianza de 2500 dólares por conducir bajo los efectos de sustancias tóxicas, resistirse al arresto sin violencia y llevar el permiso de conducir caducado. Lejos de intentar ocultarse, se subió a su coche y desde allí saludó a los fans que esperaban su salida.