Los lujos que le esperan a Amancio Junior
divinity.es
05/03/201314:14 h.El abuelo Amancio Ortega, que da trabajo a 110.000 personas, tiene 5.000 tiendas y ya se coloca en el bronce de los hombres más acaudalados del mundo, ya cuenta con tres nietos anteriores, hijos de la hija que tuvo con su primera esposa, Rosalía de Mera.
Marta, la reciente mamá, es fruto de su segundo matrimonio con Flora Pérez Marcote. Con ella se casó en 2001 en el pazo familiar de Anceis, como hizo el año pasado Marta con el papá de la criatura, Sergio Álvarez.
El pazo será precisamente uno de los escenarios habituales de su vida. Allí comenzará a jugar con los perros familiares y trepará a los múltiples árboles que rodean la finca de miles de metros cuadrados.
Su padre, el asturiano Sergio Álvarez (7 de enero de 1985), será el encargado de enseñarle a montar a caballo. Ocupa el primer puesto del ranking nacional de saltos y ha cosechado numerosos triunfos internacionales.
Podrán hacerlo en el centro hípico, cercano a la casa del clan, que el abuelo ha hecho construir para que su madre desarrolle su pasión por los equinos.
Seguramente irá a un colegio religioso en A Coruña hasta completar su educación secundaria y luego pasará un exclusivo internado suizo, como hizo su madre. También tendrá una nanny inglesa para que le hable en el idioma universal imprescindible para cualquier joven heredero. Otra opción es un cole catalán, puesto que sus padres tienen allí otra residencia.
Podrá coger el avión privado, un Bombardier Global Express BD700-1A10, para desplazarse a Avilés, donde residen sus abuelos paternos y sus otros dos tíos, el empresario Julio Álvarez Camporro y Margarita Moya Zamora.
Bill Gates o Steven Spielberg tienen el mismo aeroplano, un referente en la navegación privada que cuesta unos 35 millones de euros y se coge en Lavacolla.
Pronto coincidirá con las amigas-colegas de su madre, la atractiva Carlota Casiraghi y la gran Onasis.
Al principio será demasiado pequeño, pero luego participará cada fin de año en las fiestas que organiza fiestas para los suyos más íntimos.
Su abuelo le llevará a navegar, sin que nadie lo sepa, por la ría de Aldán con un yate de 31.50 metros de eslora y 6,38 de manga.
Si el gen de la hípica no prospera con éxito, siempre puede estudiar Ciencias Económicas como Marta. Si se decide por las finanzas, deberá comenzar como ella desde abajo. Pasará un arduo y casi furtivo periodo de formación en cada eslabón de la cadena Inditex. Su madre fue dependienta en Londres y pasó a las oficinas del grupo en Barcelona, París y otras cuidades asiáticas.