Como ex representante de España en Eurovisión, ¿cómo viste la actuación de 'El sueño de Morfeo'?

Muy correcta. Sé que es muy difícil representar a España, lo que es fácil es criticar, estar en casa y lanzar cuchillos al que está representando a España.

¿Te sentiste identificada con las críticas a Raquel del Rosario?

Mucho. Yo también recibí muchísimas. Durante el fin de semana subí un 'tuit' a mis redes sociales siendo muy dura con el público español porque me gustaría que estuvieran en la situación de quien va a representarnos. Trabajamos muy duro y vamos con muchísima ilusión. A veces me duele que mi propio país sea tan cruel con sus artistas. Creo que en España se les está perdiendo el respeto y que es, en parte, por la situación que está viviendo caótica en todos sentidos: económica, cultural, social… Estoy notando a una España de detrimento. No reconozco a esta sociedad.

Háblanos sobre tu nuevo single, ¿cómo surgió la idea de crear un corto para 'Con fuego'?

Se nos ocurrió hacer un 'video-movie'. Un corto de nueve minutos en el que canto y actúo con grandes artistas, como el actor Álex Gádea.

¿Cómo ha sido trabajar con él?

Muy fácil. Es un actor fabuloso además de un chico muy sexy. Hemos pasado grandes momentos juntos. He logrado llorar e incluso besar al actor sin sentirme extraña.

¿Por qué decidiste llamar a este single 'Con Fuego'?

El fuego tiene mucho que ver conmigo. Cuando tomo decisiones es como si las labrara a fuego. Soy muy pasional en todo lo que hago.

¿También con tu pareja? ¿Cómo describirías tu vida con Miguel?

Perfecta. A pesar de tener él 24 años y yo 30, no noto nada la diferencia.

¿Qué rasgo destacarías de su personalidad?

Es un hombre que ve siempre la cara positiva de todo. No sé si es porque es sevillano, pero tiene una manera de ver las cosas con mucho humor. Me sabe sacar una sonrisa siempre. Es de las pocas cosas que me quitan el estrés. Me acompaña casi siempre a todo lo que hago y eso se lo agradezco mucho porque nuestro trabajo es muy solitario. Y es muy guapo.

¿Quién es más cariñoso de los dos?

Miguel es bastante más cariñoso que yo. Mis anteriores parejas eran nórdicas y eso a lo mejor me ha vuelto más fría a la hora de las relaciones. Él es muy cálido.

¿Ya hay planes de boda?

No hemos hablado de casarnos ni de tener hijos. Pero lo pasamos muy bien juntos. Creo que con él he visitado más parques de atracciones que en toda mi vida. Estamos construyendo todo sobre la base de una amistad. Lo primero es ser amigos y Miguel es mi mejor amigo y mi pareja. Eso es muy importante y no me ha pasado antes con otras parejas. Es mi media naranja.

Con Jonathan, tu ex pareja, estuviste a punto de dar el paso…

He dicho muchas veces que llegué a ver a mi ex como el padre de mis hijos. Tomar la decisión de dejarlo antes de la boda me ha hecho frenar mucho el ritmo de las relaciones posteriores.

Después de pasar cuatro años de tu vida con él, ¿ha sido difícil volver a abrir tu corazón?

Ha sido muy difícil, porque cuando conocí a Miguel empezamos como amigos: como me lo paso con él no me lo paso con nadie. A los tres meses nos fuimos a vivir juntos y, poco a poco, empezamos a tomarnos la relación en serio. El momento que estoy viviendo es muy bonito. No quiero ir rápido porque ese ha sido uno de mis fallos. Miguel me paró siempre los pies, él siempre me pedía tiempo.

¿Eres celosa?

Nunca me he sentido celosa pero ahora mucho menos. Tengo confianza plena en él.

¿Qué significan tus tatuajes?

Me encantan los tatuajes, son adictivos. Tengo cuatro. Cuando me fui de casa me tatué debajo del ombligo un diablillo, luego tengo otro en la columna con las palabras de mi madre en árabe: "Vayas a donde vayas hazte respetar". Es la filosofía que yo tengo en mi vida y me la tatué en la columna porque es el sustento del cuerpo. En la muñeca izquierda, el nombre de mi ex. Jonathan sigue en mi vida; no tenemos tanto contacto, pero le voy a seguir queriendo. Me gusta que sea así. Y el último que me he hecho lo tengo en el costado izquierdo: pone "I love you". Es una frase dedicada a mí misma, para recordarme que una se tiene que querer también.