Esta alergia es el doble o el triple que la que sufren nuestros vecinos. Las españolas son más asiduas a llevar bisutería y, por tanto, a sufrir los daños en la piel del níquel. Según la Academia Española de Dermatología y Venereología, "la joyería comprada en mercadillos no cumple la normativa y es por tanto fuente de exposición a este metal. En definitiva, usar pendientes desde la infancia ocasiona la mayoría de intolerancia a la bisutería”.
Pero no es el único producto que nos puede generar una alergia para toda la vida. Mira el ránking de la AEDV:
1.- La alergia a fragancias es la segunda en frecuencia y es causa de eczemas crónicos, de difícil manejo y que alteran la calidad de vida del paciente: tanto los productos de higiene, cosméticos, como de uso doméstico contienen perfumes y por tanto es muy difícil de evitar.
2.- La alergia a tintes también es más frecuente entre la población femenina y, afortunadamente, en los últimos años están apareciendo unos nuevos que no contienen parafenilendiamina base (causa de la mayoría de alergia a coloraciones capilares), que permiten teñirse el pelo a las personas alérgicas.
3.- Sin duda el alérgeno más importante de los últimos dos años ha sido la metilisotiazolinona, que está ocasionando una verdadera epidermia de alergia. Se trata de un conservante presente en muchos productos cosméticos: toallitas húmedas, jabones de manos, champús, cremas hidratantes, cremas de manos, productos de limpieza (lavavajillas, limpiadores de vitrocerámica), pinturas, barnices, etc.
¿Qué síntomas presentan los pacientes? Lesiones cutáneas pruriginosas, ronchas, picor. No siempre es fácil intuir que un producto puede hacer daño. De hecho, muchas veces los pacientes lo cambian para descartar una posible alergia sin darse cuenta de que el nuevo producto puede tener ingredientes en común con el anterior. Además, un paciente se sensibiliza de repente. No importa que lleve utilizando un producto años y años.