Paso 1: Limpieza
Escoge y utiliza un desmaquillante acorde con tu tipo de piel (en crema, aguas micelares…) para retirar todas las impurezas y permitir así que la crema de noche que aplicarás posteriormente penetre bien en la piel y actúe correctamente.
Paso 2: Aplicación
Hazlo mediante un automasaje desde el centro del rostro hacia fuera tomándote tu tiempo. Es importante que no la “restregues” bruscamente. Finaliza con un suave tecleo activador.
Paso 3: Toque final
Espera unos 25-30 minutos antes de irte a dormir. Si la aplicas e inmediatamente te vas a la cama (sobre todo si duermes boca abajo), gran parte del producto acabará desperdiciado sobre la almohada o en las sábanas.
Cuidado extra
Aunque la efectividad de las cremas de noche es alta, es importante que, ocasionalmente, realices una limpieza facial más exhaustiva para eliminar todas las impurezas de la piel y reparar daños.