Cálidos
Son los que llevan más pigmento de amarillo. Te verás más cercana y accesible.
Fríos
Son los que llevan más pigmento de azul. Te aportarán seriedad y distanciamiento. Te verás más formal.
Luminosos
Llevan más pigmento de blanco. Te verás más joven, fresca y dinámica. Suavizan las facciones.
Primarios
Son el amarillo, el magenta y el cian. Transmiten creatividad, ingenuidad y hasta pueden dar un toque infantil.
Opacos
Llevan más pigmento de negro y acentúan más las líneas del rostro. Tendrás una imagen más segura y seria.
Pasteles
Tienen bastante pigmento de blanco. Dulcifican tu imagen y aportan romanticismo.
Armonía
Armonía fría
Tienes la piel blanca y te cuesta broncearte. Tus ojos son claros y el cabello rubio platino o negro intenso.
Armonia cálida
Tu piel es morena o te bronceas con facilidad. Tienes los ojos marrones o verdes y el cabello castaño.
¿Luminosa u opaca?
Piel transparente
Es luminosa cuando es fina y tiene brillo natural (no tiende a azulada). Puedes llevar los colores de tu armonía, pero cuidado con los que sean muy luminosos, pueden difuminar tus facciones.
Piel de aspecto apagado
Tu piel es opaca cuando es más gruesa y tiene mucha pigmentación. No tiene luz. Te favorecerán los colores de tu armonía más luminosos que ayudarán a potenciar tus rasgos.
Nota de estilo
Para combinar los colores y acertar siempre, elige aquellos que sean complementarios: azul y naranja, amarillo y violeta, rojo y verde…