Una Superstar lo hace por pasión, no por la gloria. No se trata de escoger el camino fácil. No se trata de que tu nombre aparezca en una camiseta, una bandera o en el tatuaje de un fan. No se trata del número de visitas, "me gusta" o compartidos que tengas. No se trata de llenar estadios o agotar entradas. Sino de recuperar su significado original.
Cuatro décadas después, la Superstar ha sabido mantenerse auténtica y fiel a sus orígenes, sin verse influenciada por el paso de las modas y tendencias. Con sus tres bandas y su punta redondeada, sigue siendo un referente deportivo y es, además, un artículo de culto e historia para los amantes de la moda. Este año las Superstar vuelven a pisar fuerte, y lo hacen de la mano de superestrellas.