“Solo soy un tipo de Kennesaw, Georgia, viviendo en Nueva York”. Así se describe este chico de 25 años en su perfil de Instagram en el que, por cierto, ya cuenta con más de 220K followers. Puede que su cara te resulte conocida ya que, a pesar de ser tan joven, lleva ya varios años trabajando en el mundillo fashion y protagonizando campañas de firmas reconocidísimas como Trussardi, Armani, Bottega Veneta, Calvin Klein… Descubierto por Nole Marin en el concurso America’s Next Top Model, su meteórica carrera despegó cuando él solo tenía 17 años: “mi manager vio mis fotos en MySpace y, solo dos semanas después, ya estaba volando a Nueva York”.
Aunque su colega de profesión, David Gandy (sí, el que luce tableta de chocolate en el anuncio de Dolce&Gabbana) es, probablemente, más reconocido que él mediáticamente, lo cierto es que Sean es el modelo más importante del momento. Aunque el valor de sus contratos aún dista mucho de los que pueda tener su compañera Gisele Bündchen, Sean ya se sitúa, a nivel masculino, en una posición profesional muy cercana a la de la top brasileña, de hecho, en 2013 ya fue reconocido como el modelo mejor pagado del año.
Pero, ¿cuáles son sus siguientes pasos? , ¿querrá seguir de por vida en el mundo de la moda? Pues, como a la gran mayoría de modelos, lo que le gustaría sería probar en el mundo del cine: “estoy estudiando interpretación porque mi objetivo es tener una carrera longeva y no ser solo “ese chico”, que termina pasando desapercibido”. Él no sería el primero… modelos patrios como Andrés Velencoso y Jon Kortajarena (con el que, por cierto, Sean compartió algún que otro plano en el videoclip de Madonna Girl Gone Wild) ya han probado suerte y siguen preparándose actoralmente.
De su estado sentimental… ¡poco se sabe! Pero aquell@s que pretendan enamorarle han de saber que de no ser modelo se habría dedicado a la biología (le encantan los tiburones), que tiene una perrita llamada Mya y que le encanta cocinar. Con esos ojos azules y esos aires de James Dean seguro que pronto le conocemos alguna conquista…