Patricia y Manny compraron esta casa cuando ambos estaban trabajando. Tener una niña supuso un reto para ellos, pero las gemelas que vienen en camino harán no solo que se apilen los pañales, sino que también lo hagan las facturas. Les encantaría montar un negocio en su casa, pero el sótano está hecho un desastre... ¡Necesitan a Scott McGillivray!