A las órdenes de Temple, Johnny y su mujer con la ayuda de sus amigos empiezan a demoler las paredes de la guarida. Construyen un hueco para el cervezador entre el piso bajo del almacén y la planta de arriba. Instalan en el patio un proyector y una auténtica zona de butacas digna de cualquier campo de beisbol. Además instalan una barbacoa con réplicas de antiguos ladrillos romanos.